El Gobierno ha recuperado la idea de crear un nuevo impuesto 'verde' para los billetes de avión en el Plan de Recuperación trasladado a Bruselas el pasado viernes. El Ministerio de Hacienda impulsó esta iniciativa en marzo del pasado año y entonces despertó el rechazo del sector turístico, pero finalmente se paralizó con la pandemia.
Ahora el Ejecutivo la vuelve a recoger en el Componente 28 para la 'Adaptación del sistema impositivo a la realidad del siglo XXI', que contiene sus principales compromisos en materia fiscal y que ha sido publicado por el Gobierno este miércoles, después de ser enviado a Bruselas el pasado viernes.
"El objetivo de este gravamen es el fomento del uso de medios de transporte más sostenibles y respetuosos con el medio ambiente así como el incentivo a la exploración de nuevas tecnologías y carburantes menos contaminantes", detalla en el citado documento acerca de este nuevo impuesto sobre el uso del transporte aéreo.
Además, el Ejecutivo recuerda que esta propuesta fue sometida a consulta pública previa entre el 28 de febrero y el 15 de marzo de 2020. Entonces, las aerolíneas y el sector hotelero mostraron su rechazo a esta medida. El Gobierno no ha especificado cuándo se pondrá en marcha este impuesto. Tampoco ha detallado hasta el momento la cuantía del mismo.
Hasta 42 euros por billete
Sí aseguró en su anuncio que se trataría de una medida similar ha sido adoptada por otros Estados de nuestro entorno más próximo como Austria, Noruega, Países Bajos, Reino Unido, Alemania, Francia, Suecia o Italia. En el caso de Francia, la tasa aumenta el precio del billete en entre 1,5 y 18 euros en los vuelos que parten desde los aeropuertos del país.
Además, la Fundación Alternativas, ligada al PSOE, elaboró un informe en octubre de 2019 denominado 'Impuestos energético-ambientales en España: situación y propuestas eficientes y equitativas' en el que se calculaba el precio de un impuesto de este tipo.
En concreto, el impuesto 'verde' sería de 4,47 para los viajes de corto radio, de 23,32 euros para los de medio, y de 41,99 euros en el caso de los viajes de larga distancia. Con ello, la demanda de pasajeros y las emisiones de CO2 se reducirían un 5% y la recaudación del Estado aumentaría en 1.300 millones de euros al año.
Hacienda defiende la necesidad de dotar de mayor peso a los impuestos medioambientales para luchar contra el cambio climático, avanzar hacia una transición energética sostenible y promover la implantación y uso de tecnologías más respetuosas con el medio ambiente.
Pago por uso de carreteras
En el mismo documento remitido a Bruselas, el Gobierno también se ha comprometido con Bruselas a crear un "pago por uso de la red viaria de carreteras", tal y como avanzó Vozpópuli este miércoles.
"Con el fin de lograr una movilidad más sostenible, deberán analizarse las figuras que gravan o que podrían gravar la utilización o disposición de vehículos o el uso de carreteras, entre otros", señalan, en alusión a la posible creación de algún nuevo impuesto que habría que pagar por tener un coche o utilizar las carreteras.
El Ejecutivo no da más detalles, no explica cómo funcionaría ese impuesto ni si los pagos por el uso de carreteras se articularían en forma de peajes, ni en qué vías en concreto.Sí que especifica que la aprobación de este nuevo pago no llegará hasta el último trimestre de 2023, con lo que no entrará en vigor hasta 2024.