El INE (Instituto Nacional de Estadística) rastreará durante ocho días los móviles de ciudadanos españoles para realizar un estudio de movilidad, según El País.
Para ello ha llegado a un acuerdo con los tres 'telecos' del país (Telefónica, Orange y Vodafone), quienes cederán la información -completamente anonimizada- a cambio de medio millón de euros, coste total del contrato, tal y como ha adelantado Vozpópuli.
Los datos comercializados por los operadores serán recogidos mediante el llamado método triangulación. Es un método que consiste en cruzar la señal de varias antenas para saber el punto en el que se encuentra el usuario. Estos datos son almacenados prácticamente de continuo por las compañías de telecomunicaciones.
Podemos ser rastreados incluso con el teléfono móvil apagado
Uno de los motivos de este almacenamiento continuado es que esa información puede ser requerida judicialmente para la investigación de un hecho delictivo. Vale como ejemplo el caso de Diana Quer, cuya resolución tuvo como elemento clave el rastreo de los teléfonos móviles.
¿Y si apago el GPS?
Se tiende a pensar que con el teléfono apagado es imposible ser rastreados, pero no hay nada cierto en esta aseveración. Al apagar el terminal no podremos ser localizados mediante satélites, pero sí mediante las antenas de telefonía móvil que pueblan las ciudades.
La solución sería apagar el móvil, pero ni si quiera así se garantiza al 100% que nuestros dispositivos no sean rastreados. Fuentes del sector de la ciberseguridad explican que es posible encender remotamente teléfonos móviles en ciertos casos.
Así las cosas, los usuarios que no deseen que se haga negocio con sus datos podrán solicitarlo al operador con el que tengan contratado el servicio. Vodafone, por ejemplo, ya ofrece esta posibilidad en su app de relación al cliente.
