Tras dos años de pandemia, la actitud 'felices años 20' floreció. Las bodas en 2022 están rompiendo récords: a falta de datos oficiales, todos los indicadores apuntan que habrá más enlaces que en 2019, el último año prepandemia. El último informe del INE ya mostró que en 2021, las bodas aumentaron un 63%. En 2022, ese porcentaje puede ser bastante mayor, aunque salvo sorpresa, todo indica que este será el último año de 'bodas y a lo loco': la sombra de la inflación crece sobre las celebraciones matrimoniales.
El aumento de precios (varias fuentes del sector estiman que se sitúa en una media del 12%, con algunos proveedores con subidas muy acusadas), obligará a que muchas parejas, especialmente aquellas con un menor poder adquisitivo, tengan que sacar la tijera para sostener los gastos vinculados al enlace, aunque también es cierto que el reflejo de la inflación en las bodas llegará más tarde que a otros sectores de la economía, debido a que los presupuestos de un enlace se cierran con mucha antelación.
"Hay que tener en cuenta que las parejas que se casan en los próximos meses ya tienen todo cerrado, también los precios, por lo que es difícil que en las bodas de este año esto se vea reflejado", cuenta a Vozpópuli Cristina González, directora de comunicación de Bodas.net. Por tanto, en los enlaces que se han celebrado ahora, "no se ha apreciado nada" la inflación, señalan desde este portal, que realiza estadísticas sobre los enlaces una vez han terminado. Esto se debe precisamente a que estas celebraciones fueron concertadas con al menos un año de antelación (la media está en 12 meses), por lo que los precios no están sujetos al periodo inflacionario que vive nuestro país.
Tras consultar con varias wedding planner de nuestro país, es posible sacar una conclusión: la mayoría de las bodas de 2023 no notarán la subida de precios debido a que estos eventos se han presupuestado a lo largo de 2022, de modo que los precios no se han actualizado a la inflación vigente. Pero aquellos que digan "sí quiero" en 2024 sí notarán cómo los precios aumentan de forma drástica.
"Un menú de 180 euros pasará a costar unos 240 euros", cuentan desde 'Protocolo by Lili', lo cual hará que los novios tengan que dar un tijeretazo a su boda. La experiencia de esta wedding planner es que se están "volviendo a la esencia", es decir, que se buscan celebraciones con mucha comida, pero sin tantos proveedores extra tan comunes en las bodas como cortadores de jamón o músicos.
En esto mismo coincide con 'MarGo Wedding Planner and Designer'. "Las fincas no han subido tanto sus precios y por eso no estamos notando recortes en ese sentido, pero sí vemos que se ofrecen menos servicios adicionales", señalan desde esta empresa a Vozpópuli. Esto quiere decir que los menús son igual de copiosos, pero recortan en la cantidad de entrantes en el cóctel previo u ofrecen menos horas de barra libre que antes. Señalan que las subidas son habituales de un año a otro, por eso aquellos que se casen en 2023 verán una subida respecto al año anterior. En 2024, el encarecimiento habitual se unirá a las secuelas de la inflación.
Retrasar los enlaces
De hecho, algunas parejas, ante el escenario de inflación que vivimos, han optado incluso por retrasar el enlace a la espera de que se calmen las aguas para poder celebrar el enlace deseado, aunque señalan desde 'Protocolo by Lili' que "redes como Instagram han hecho mucho daño", con imágenes de boda que ahora resultan menos accesibles que nunca para los bolsillos menos pudientes.
En 'Eventos Fly Up!', sin embargo, no han visto que las parejas estén recortando gastos, aunque se trata de una empresa cuyo perfil de cliente es de un alto poder adquisitivo: "Al final, para mucha gente es la única vez que puede montar una fiesta así en su vida". Por ello, cree que muchas parejas se decantan por asumir el gasto extra para poder celebrar la boda de sus sueños.
Según el Libro Imprescindible de las Bodas, publicado por Bodas.net en colaboración con el profesor de ESADE, Carles Torrecilla, y Google, el coste medio de una boda en España es de 20.500 euros y el número de invitados, de 130. Es por este motivo que una subida del 12%, especialmente para aquellas parejas menos pudientes, puede ser un desbarajuste importante, ya que el presupuesto final se eleva, debido a la inflación, unos 2.500 euros. Según este mismo estudio, un 29% de los negocios aumentan sus precios de un año a otro, mientras que un 60% los mantiene, un porcentaje que inevitablemente tendrá que cambiar a causa del aumento de precios.
Es por este motivo que, si te has prometido recientemente, no es una buena idea retrasar la boda hasta 2024: lo ideal en este periodo inflacionario es intentar cerrar una fecha para 2023, ya que te permitirá invertir menos dinero en la celebración y además tener más proveedores y servicios.
