No es la primera vez que Javier Hidalgo consigue ingresos millonarios tras realizar una venta como la de Air Europa, una operación por la que ha obtenido unas plusvalías de 70 millones de euros, tal y como publica este martes en Vozpópuli.
Hace tres años el hijo del fundador de Globalia demostró llevar en la sangre parte del espíritu oportunista con el que el patriarca de la familia, el salmantino Juan José Hidalgo, levantó el mayor imperio turístico en España. Javier vendió una compañía fundada nueve años antes por 158 millones de euros: Pepephone.
Pepephone nació en 2007 en el seno de Globalia, pero no fue hasta 2012 cuando Javier Hidalgo decidió tomar su control junto al Grupo Atento. Su éxito posterior radicó en la capacidad inicial de delegar. Puso al frente del proyecto a Pedro Serrahima, hoy en Telefónica y uno de los directivos mejor valorados en el gigante de las telecomunicaciones.
Serrahima tuvo libertad total para trabajar en Pepephone, y centró la propuesta de la compañía de lunares en ser claro y sincero. Había clientes que recibían descuentos en factura por fallos en la cobertura que ni si quiera reportaron, que ni si quiera sufrieron. Un botón de muestra de los muchos con los que agasajaba a los clientes. El boca a boca prendió la mecha y enseguida empezó a crecer en clientes, hasta que alcanzó el medio millón de usuarios y los 64 millones de euros de facturación al año en 2016.
Hidalgo sabe vender
Era un caramelo que MásMóvil quería paladear, y Meinrad Spenger, el director general del operador amarillo, se sentó con Hidalgo a perfilar la operación, hasta que se firmó el cheque por valor de 158 millones de euros. Hoy Pepephone es un operador más del Grupo MásMóvil y aún conserva parte de la filosofía insuflada por Serrahima.
Javier Hidalgo acertó con el nombramiento y quiso seguir confiando en él. Lo puso al frente de Globalia, pero al año Serrahima decidió dimitir por diferencias en el modelo de negocio. No tardó mucho en dejar de estar ocioso. Telefónica lo fichó para poner en marcha O2.
El operador low cost de Telefónica ha cosechado buenos resultados -aunque la compañía dirigida por José María Álvarez-Pallete no da datos concretos al respecto- con Serrahima al frente. Tan bien ha calado su forma de trabajar que acaban de darle una patada hacia arriba. La nueva reorganización de Telefónica ha supuesto su nombramiento como responsable de Clientes y Gran Público.
Sea como fuere, Javier Hidalgo ha demostrado saber vender. El mercado daba un precio muy inferior a los 1.000 millones de euros por los que Globalia vendió Air Europa a IAG (Iberia), y la operación de venta de Pepephone también fue suculenta, toda vez que fue una empresa creada en Globalia y con una inversión en capital humano muy contenida en la época para tratarse de un operador de comunicaciones (Operador Móvil Virtual).