Esta semana se han conocido los primeros datos referentes a la reforma del sistema de pensiones encumbrada por el Gobierno de Rajoy hace nueve meses. Por primera vez desde que se tienen datos, la edad real de jubilación supera los 64 años. En concreto, los españoles se jubilan con 64,3 años frente a los 63,9 del 2012. Este dato supone un incremento del 10,4% en el número de trabajadores que se jubilan a los 65 años, según una información que la propia Fátima Báñez se encargó de difundir. Durante su intervención en la presentación de un estudio sobre el sistema de pensiones, la ministra de Empleo explicó que, desde la entrada en vigor de las medidas para favorecer la continuidad de la vida laboral de los trabajadores de mayor edad y promover el envejecimiento activo hace nueve meses, las jubilaciones anticipadas han disminuido el 6,5%.
Este dato significa que la pretensión del Gobierno de Rajoy de acabar con la jubilación anticipada se está haciendo realidad. La titular del ministerio de Empleo justificaba la creación de estas medidas porque este tipo de jubilaciones “generaban un problema financiero para el sistema y dejaba fuera del mercado laboral a los trabajadores con mayor experiencia”. El Ejecutivo se escuda así en una decisión que tomó hace nueve meses cuando aprobó el Real Decreto 5/2013 de 15 de marzo para favorecer la continuidad de la vida laboral de los trabajadores de mayor edad y promover el envejecimiento activo.
Es precisamente el envejecimiento de la población lo que mantiene más preocupado a los dirigentes del Gobierno. Según un informe del Instituto de Actuarios, “no hemos vivido nunca en una sociedad tan envejecida”. El desafío que supone el cambio demográfico, que tornará a una forma de pirámide invertida, es "importante" para el diseño de la política económica española y europea para la próxima década, por lo que, según Báñez, el sistema requiere de medidas estructurales. El informe sobre el sistema de las pensiones alude a la necesidad de poner en marcha un sistema de pensiones mixto, en el que se combine la contribución pública y la privada, con doble renta, algo que "puede requerir de recursos que no tenemos en estos momentos", pero que es "necesario" iniciar "cuanto antes".
Trabajar y cobrar la pensión, cada vez más extendido
En este sentido, las medidas tomadas por el Gobierno han hecho que, además de estar jubilado, un trabajador pueda continuar en activo hasta que él quiera. De esta posibilidad surgen los datos: desde la entrada en vigor del Real Decreto, un total de 9.094 personas han compatibilizado el ejercicio de su profesión con el cobro de una pensión de jubilación siendo el 83% de ellos autónomos. Un dato que pueda dar lugar a dos interpretaciones: una, que los trabajadores autónomos son los que más necesitan seguir trabajando por haber cotizado menos durante su vida laboral; dos, que los trabajadores por cuenta ajena son más reacios a tomar esta medida. En definitiva, hay que trabajar más y cotizar más para, después, cobrar menos.
En declaraciones del presidente de la Federación Nacional de Trabajadores Autónomos (ATA), “es una de las medidas más acertadas que se pusieron en marcha a lo largo del pasado año para el colectivo y que ha beneficiado en gran parte a autónomos mayores de 65 años que ahora pueden compatibilizar pensión y trabajo, lo que ha provocado, junto con la posibilidad de poder acceder a la jubilación anticipada, que el número de altas en pensiones se haya duplicado con respecto al año anterior”.
Sea como fuere, la ministra explicó que ésta es una de las medidas puestas en marcha por el Gobierno para mejorar los ingresos y disminuir los gastos del sistema de pensiones, lo que calificó como "el corazón de nuestro modelo de bienestar".
Las pensiones ya no suben con el IPC
En cuanto a los problemas que existen en ese “modelo de bienestar” está el inconveniente de que las cuantías de las pensiones de jubilación ya no suben igual que lo hace el IPC. A partir del cambio de normativa, las pensiones se incrementarán entre un mínimo del 0,25% y un máximo del IPC más el 0,50%. Esta semana también se ha conocido el dato sobre el gasto de la Seguridad Social en pensiones contributivas. En total, 7.918 millones de euros en enero, lo que supone un 3,5% más que en el mismo mes de 2013. La suma asciende a 9.154.617 pensiones contributivas, es decir, 146.269 pensiones menos que en el mismo mes del año anterior. Más de la mitad de las pensiones han sido por jubilación, 5.523.066. El mayor gasto mensual ha correspondido a las pensiones de jubilación (5.473,1 millones).
No todos los datos son tan positivos como la ministra dice que son. Según el Banco de España, en 2027 (fecha en la que los españoles nos jubilaremos a la edad de 67 años) las cuantías de las prestaciones bajarán un 5% respecto a las que se cobrarían con la ley anterior. El informe del Instituto de Actuarios mencionado anteriormente dice que el número de pensiones que prevé la Seguridad Social pasaría de los 9 millones actuales a los cerca de 15 millones de jubilados en 2052. También, la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) dice que “el retraso en la edad de jubilación supondrá un ahorro en 2051 del 1,4% del PIB”. Ante estos datos, clama al cielo el hecho de que desde Alemania obliguen a España a una jubilación más tardía y ellos puedan disponer de la suya a los 63.