"Hoy teletrabajo". Ese concepto era moderno otrora. Cool, que dirían los angloparlantes. Eso era. Hoy es una necesidad de obligado cumplimiento. Ha dejado de ser el escaparate para ser el producto. Un ingrediente sin el que es imposible que el negocio sobreviva, coronavirus mediante. Las empresas han tenido que vacunarse frente al presencialismo. Ese antídoto, paradójicamente, ha venido de la mano de un virus. La crisis que ha generado ha puesto patas arriba los procesos empresariales. Teletrabajar o morir.
Hay pocas empresas de teletrabajo 'puras', y menos que sean capaces de conectar a toda la operativa de negocio desde el sofá. Y muchas menos que sean rentables. Globant, compañía dedicada a la transformación digital e ingeniería de software, facturó en 2019 más de 625 millones de dólares dedicándose precisamente a eso, a acercar a corporaciones y empleados sitos a miles de kilómetros de distancia. A que todo fluya. Fue fundada hace 17 años en Argentina y en este caso en casa del herrero sí hay cuchara de metal. Nacieron y crecieron teletrabajando. Es su razón de ser. Está en su ADN. Les permite captar talento sin impedimentos geográficos. Su negocio es llevar a otras empresas este modelo.
Entre los retos que plantea el teletrabajo están aquellos que tienen que ver con las relaciones humanas. Una de las dudas que inquieta a los responsables de equipo es cómo regar convenientemente el sentimiento de pertenencia a la empresa. Un sentimiento que crece tanto en el café frente a la máquina como en las reuniones de equipo o las cañas tras acabar la jornada laboral.
Las empresas han tenido que vacunarse frente al presencialismo. Ese antídoto, paradójicamente, ha venido de la mano de un virus. Teletrabajar o morir
StarMeUp
Uno de los productos que ofrece Globant es StarMeUp. Se trata de conjunto de herramientas que podrían ser consideradas como una red social hecha a medida para cada empresa. Con ella, las corporaciones pueden comprender mejor qué preocupa a sus empleados y dónde están sus debilidades y fortalezas.
Es el sistema nervioso de la propia Globant. Cohesiona a 12.000 trabajadores de la organización. Desde la propia compañía definen este ecosistema como una "red social vitaminada que incluye los valores de nuestra compañía, de cada compañía que la utiliza. La idea es que los empleados se envíen estrellas y los valores de la empresa cuando interactúen", explica Manuel Muñiz, managing director de Globant para España.
Estas herramientas permiten trabajar con normalidad en cualquier escenario, incluso el actual. "En Globant estamos haciendo afterworks virtuales y karaokes para acercar a los empleados, para divertirnos. Hace falta en una situación como la que vivimos. Estamos aumentando la comunicación con iniciativas tipo 'envianos tu foto trabajando desde casa'. Además, estamos dejando espacio para que la creatividad de nuestros empleados propongan soluciones que sirvan a la sociedad", asegura el directivo.
Los datos extraídos de las interacciones de los empleados son los que se utilizan para configurar un mapa en el que se puede saber cómo trabaja una persona en concreto dentro de un equipo, su estado de ánimo respecto a la empresa y compañeros, así como el talento que atesora, a fin de reorientar su carrera dentro de la corporación a puestos de más relevancia y eficacia, o a aquellos en los que más pueda ofrecer.
El objetivo de Globant es conectar emocionalmente a empleados y empresa a pesar de las barreras que cada vez más a menudo levanta la globalización corporativa, siempre dando impulso a los valores de cada compañía. Un pegamento imprescindible para que el empleado dé lo mejor de sí tanto para la empresa como para sus compañeros.