Ikea experimenta con la vida del futuro en un antigua planta de procesamiento de pescado en el centro de Copenhague (Dinamarca). El gigante de los muebles sueco financia al 100% este centro de innovación de tres plantas con poco más de tres años de vida donde un grupo de 30 jóvenes trabaja para anticiparse a las nuevas formas de vivir, trabajar y alimentarse.
Esto es el Space 10. Un centro al que este medio ha tenido ocasión de visitar en el marco del evento mundial Democratic Design Day que celebra Ikea esta semana. "Es un laboratorio de investigación y diseño que tiene como misión crear formas de vida mejores y más sostenibles", explica Simon Caspersen, cofundador de este centro.
Uno de los puntos en los que Caspersen y su equipo han puesto la lupa es la forma en que se consume y se producen alimentos. Los investigadores buscan una alimentación que este alejada de las actuales formas "insostenibles" de proteínas.
Una alternativa que se recoge en su libro de recetas 'Future Food Today'. En sus páginas se puede encontrar recomendaciones de insectos o cultivos realizados en agua en vez de en tierra. El laboratorio de Ikea también plantea alternativas sostenibles a sus clásicas albóndigas: con carne de laboratorio o con algas como la espirulina.
Otro de los experimentos de Space 10 relacionados con la alimentación son lo que denominan como 'granjas hidropónicas'. Las plantas cultivadas sobre disoluciones minerales permite "un crecimiento tres veces más rápido que en un campo, usando 90% menos de agua y sin necesidad de suelo ni luz solar", explica Caspersen.
Esta innovación requiere mucho menos espacio que la agricultura tradicional y produce mucho menos desperdicio, según sus inventores. "Con esta alternativa queremos explorar cómo podemos producir más alimentos con menos y de manera más sostenible que en la actualidad", añade el cofundador de Space 10.
'Trueque' energético
Los investigadores de este centro de Ikea también buscan alternativas energéticas sostenibles. Y una de ellas es SolarVille. Esta idea parte de un prototipo de un vecindario en miniatura con casas construidas a escala 1:50. En este vecindario existen hogares que generan su propia energía renovable utilizando paneles solares, mientras que otros compran automáticamente el exceso de electricidad directamente del productor utilizando la tecnología blockchain.
Esta sistema de 'trueque' se produce a través de unos dispositivos que se encuentran debajo de las viviendas. "El resultado es un modelo de una micro-red autosuficiente, impulsada por la comunidad, donde las personas intercambian energía renovable y asequible entre sí según sus necesidades individuales", detalla Mikkel Christopher, uno de los investigadores de Space 10.
Fabrica tu casa de bajo coste
Space 10 también se nutre de las investigaciones que realizan los estudiantes locales daneses. Una de ellas es la que han realizado los estudiantes de arquitectura Johanne Holm-Jensen y Mia Behrens. Su proyecto consiste en una casa que pueda fabricarse el propio inquilino por un bajo coste, adaptable y sostenible.
Este experimento permite que con una máquina y un sólo material, con un costo de material de 163 euros por metro cuadrado, cualquiera, y en cualquier lugar, pueda armar la estructura de su casa. "La meta es aprovechar la creatividad y la experiencia colectiva del mundo para democratizar las casas del mañana", detalla Christopher.
Realidad aumentada
Space10 es el creador del Ikea Place, la aplicación de realidad aumentada de la compañía. Esta app permite al cliente de la cadena conocer cómo encaja un sofá en su casa sin tener que cargar un sólo mueble ni tener que hacer uso de un metro. Sólo se necesita un teléfono inteligente apuntando hacia el espacio donde quiere incorporar el mueble y la aplicación lo reproduce en 3D.
"La aplicación permite identificar el modelo del nuevo mueble de Ikea que se ha comprado nuestro vecino cuando le hacemos una visita y, si no es de Ikea, la aplicación nos recomienda los modelos similares de nuestro catálogo", apunta Daniel Friis, director digital de Space 10.
Un desarrollo digital que cierra la visita por este laboratorio. El joven grupo de investigadores insiste a los presentes que su principal objetivo es "identificar problemas y poder ofrecer las mejores soluciones". Según concluye Simon Caspersen, "este proyecto no busca ganar dinero, el objetivo es identificar oportunidades para una mejorar la vida cotidiana".