El exministro Valeriano Gómez está siendo el encargado de dar la cara por el PSOE en la reforma de la ley de Cajas que se tramita en el Congreso. Este jueves hará una intervención muy medida durante el debate de las cinco enmiendas a la totalidad presentadas por UPyD, Izquierda Unida y otros tres partidos minoritarios adscritos al Grupo Mixto, ya que los socialistas tienen sustanciosos intereses en juego y han pactado con el PP no hacer ruido para evitar que la troika, con importantes antenas en España, termine imponiendo una aplicación severa de las condiciones que el Gobierno de Mariano Rajoy aceptó antes de recibir el año pasado los 40.000 millones del rescate bancario aprobado por Bruselas.
El Gobierno y el PSOE quieren evitar que las reticencias de Bruselas obliguen a aplicar con severidad las condiciones del rescate financiero
El PSOE proyecta abstenerse este jueves en la votación del proyecto de ley de Cajas, pues su equipo económico mantiene abierta la negociación de la reforma con el ministro de Economía, Luis de Guindos. Sus diputados se han reunido también con otros actores principales, entre ellos los responsables de CaixaBank, Kutxabank, Unicaja e Ibercaja, interesados en que no se aplique a todo el sector la misma vara de medir y se diferencie entre los buenos gestores y los malos. Los socialistas opinan que deben corregirse los errores que contaminaron en el pasado la mitad del sistema financiero, pero rechazan que se entierre el modelo de cajas de ahorros al dictado de la troika. Entre quienes más está influyendo en ellos figura Braulio Medel, igual que CaixaBank y Kutxabank están utilizando a CiU y al PNV como sus terminales de influencia en el Congreso.
Aunque cada entidad financiera cojea de un pie distinto, hay intereses comunes que les unen en esta reforma, de ahí que el PSOE y los nacionalistas vascos y catalanes hayan renunciado a enmendar la totalidad del proyecto de ley y aspiren a encajar los cambios que a cada uno de ellos les afecta, de acuerdo con el Gobierno y sin generar suspicacias en Bruselas. De lo que se trata, según fuentes parlamentarias, es de no levantar la liebre y actuar con prudencia “para evitar que la troika endurezca la reforma imponiendo una aplicación severa del memorando que facilitó el rescate a los bancos”.
Los socialistas se han reunido con la CECA y con los responsables de la mayoría de las entidades más afectadas por la reforma legislativa
Entre otros asuntos de envergadura que están en juego destaca el tiempo durante el que algunos de los actuales presidentes podrán compatibilizar su cargo en los nuevos bancos con la continuidad en las fundaciones nacidas de las antiguas cajas o la ubicación precisa de las nuevas reservas de capital pensadas para fortalecer los recursos propios de cada entidad. De todo ello ha hablado el ministro Luis de Guindos con la Comisión Europea en las últimas semanas con el fin de conocer el margen de maniobra del que dispone el Gobierno en este y otros temas. Ahora, es Mariano Rajoy quien ha tomado personalmente el mando de la reforma en sus aspectos más delicados, en contacto directo con alguno de los presidentes afectados. El pasado lunes, se entrevistó con el máximo responsable de CaixaBank, Isidro Fainé, aunque hace ya tiempo que en La Moncloa se conoce a la perfección lo que se opina desde la CECA de la nueva ley de Cajas.
De las cinco enmiendas a la totalidad que este jueves se verán en el Congreso, la mejor estructurada es la que defenderá el diputado de UPyD Álvaro Anchuelo. En ella se expone la necesidad de dar un vuelco radical al modelo anterior de cajas, colocando diques de contención para impedir su politización. Como medidas concretas, el partido de Rosa Díez defiende reducir a un máximo del 20% el porcentaje de consejeros designados por las distintas administraciones y limitar a 12 años el periodo en el que puede ejercerse como consejero general de una entidad.
UPyD, IU, Amaiur, el BNG y Esquerra Republicana no tienen quien les ampare ni a quien proteger en una guerra en la que van por libre
UPyD tiene poco o nada que ganar en esta batalla, al igual que el resto de los grupos minoritarios que este jueves justificarán la necesidad de poner patas arriba el anterior modelo de cajas. Izquierda Unida, Amaiur, el Bloque Nacionalista Gallego y Esquerra Republicana no tienen quien les ampare ni a quien proteger en una guerra en la que van por libre.