Ya eran pocas, pero ahora son menos. Sólo un 8% de las empresas se plantea optar a los fondos europeos en el medio plazo, prácticamente la mitad que hace un año, cuando eran el 15% del total. El dato revela no sólo el bajo interés de las empresas, sino también la pérdida de confianza en el programa que arrancó en 2021 para recuperar y transformar la economía.
Son, en su mayoría, grandes empresas de más de 50 millones de facturación y 250 trabajadores
Lo que no ha cambiado respecto a la edición anterior es el perfil del empresario que está interesado en esta financiación. Son aquellos que cuentan con compañías de mayor tamaño, tanto en facturación (el 60% de las empresas que ya han optado a los fondos europeos registra unas ventas superiores a los 50 millones de euros) como en número de empleos (el 57%, con plantillas superiores a 250 trabajadores).
En total, durante los tres primeros años de los fondos europeos (2021-2023), han optado a ellos un 26% de las empresas españolas. Sumado al 8% que prevé hacerlo próximamente, un 34% del tejido empresarial habría solicitado ya ayudas europeas o lo hará en breve, según destaca el informe Perspectivas España 2024. Fondos Europeos elaborado por KPMG en colaboración con CEOE.
Para realizar estos cálculos, la consultora y la patronal se sirven de encuestas a un total de 1.367 empresarios y directivos entre diciembre de 2023 y febrero de 2024. Los resultados del informe anual se publicaron este jueves, coincidiendo con un evento sobre fondos europeos realizado en colaboración con Banco Santander, Antena 3 TV y OHLA, y en el que participaron, entre otros, los ministros de Economía y de Industria.
Los problemas de las empresas con los fondos europeos
El principal obstáculo que detectan los empresarios y directivos de las empresas de nuestro país que han optado a estos fondos europeos o prevén hacerlo es la excesiva carga burocrática, destacada por el 77%, seguida de unos plazos demasiado ajustados, mencionada por el 32%, así como la dificultad para definir proyecto, según afirman el 30%.
Entre los directivos que no han solicitado fondos europeos, un 46% explica que su sector no está incluido en las políticas palanca (cuatro puntos menos que en 2023). Un 16% de los encuestados sitúa la desconfianza sobre el impacto del programa entre los motivos por los que no se plantean participar (19% en la pasada edición) y un 15% el desconocimiento de los requisitos (el mismo porcentaje que en 2023).
Por sectores, en Automoción, Energía, Industria, Transporte y Turismo el porcentaje de empresas que ha optado o va a optar a los fondos europeos supera la media nacional. El 48% de las empresas de automoción ha optado o lo va a hacer a los fondos europeos, así como el 59% de las de energía, el 62% de las de transporte o el 42% de las dedicadas a la industria química o el 50% de las dedicadas al turismo.
Destacan los grandes proyectos estratégicos, denominados PERTE. Entre los encuestados que han optado o prevén optar a los fondos, uno de cada tres (34%) ha participado o participará en alguna convocatoria asociada a un PERTE. Los que generan mayor interés son el PERTE EHRA (Energía renovable, hidrógeno renovable y almacenamiento), el PERTE Economía Circular y el PERTE VEC (Vehículo Eléctrico y Conectado).
En lo que respecta al análisis regional, Andalucía, Asturias y Cataluña son las comunidades autónomas analizadas que presentan un porcentaje de empresas interesadas en los fondos superior a la media nacional. De este modo, el 43% de las empresas asturianas habría solicitado fondos o estaría pensando en hacerlo, seguidas del 35% de las de Cataluña o Andalucía.
Menos de 30 meses para ejecutar 130.000 millones
De los 163.000 millones de euros del Next Generation EU que el Gobierno puede recibir desde Bruselas y repartir entre los agentes económicos, fuentes expertas calculan que alrededor de 130.000 millones aún no han llegado a su destinatario. El reloj no para y agosto de 2026 es la fecha límite para tener ejecutado todo el dinero. Es decir, quedan menos de 30 meses para que finalice el programa.
El Gobierno ha abierto varias vías para no perder estos fondos europeos, de los que, de momento, sólo ha pedido unos 38.000 millones y habría repartido 30.000 millones. Según los datos difundidos este jueves por el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, 34.400 millones "han llegado ya a la economía real".
Este jueves el ministro presentó una nueva herramienta, llamada 'Elisa', para informar al público sobre la ejecución de los fondos europeos. La aplicación permite conocer, según el Gobierno, el ritmo de ejecución de las distintas convocatorias, la resolución, la tipología de los proyectos financiados, los sectores y el tamaño de las empresas
El dinero (la mitad a fondo perdido y la otra mitad, prestado en condiciones ventajosas) se consigue a cambio de una serie de hitos (reformas e inversiones) agrupados en bloques y pactados en 2021 con Bruselas. El Ejecutivo comunitario ha incidido recientemente en la importancia de mantener el ritmo y cumplir el calendario para que la mitad de los hitos de los fondos europeos estén cumplidos a finales de este año.
Para ello, España debería acelerar el ritmo y compensar el retraso acumulado en el último año, cumpliendo este 2024 más de 100 hitos y recibiendo tres pagos (normalmente son dos al año). El último desembolso, el cuarto por 10.000 millones, se solicitó en diciembre, medio año después de lo que debía, porque la convocatoria electoral torpedeó el cumplimiento de reformas e inversiones que se debían cumplir.
Cuando finalmente solicitó el pago a finales de año, se dieron por cumplidos todos los hitos, pese a que al menos uno de ellos (y uno de los más relevantes) no lo estaba: la aprobación de la reforma del subsidio por desempleo. El Ejecutivo asumía su aprobación en el Congreso unas semanas después, en enero, pero Podemos lo tumbó como 'castigo' a la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.
Al haberse pedido ya el desembolso, el reloj empezaba a correr y la Comisión Europea tenía dos meses para analizar si todos y cada uno de los hitos asociados al pago de los 10.000 millones estaban cumplidos. Se dio un mes más, hasta el 20 de marzo, pero aún así la reforma no ha logrado salir adelante. Finalmente tendrá hasta el 20 de mayo para evaluarlo.
Ante el evidente retraso y la falta de consenso para extender el programa más allá de 2026, el Gobierno ha abierto varias vías para no perder el dinero. En concreto, canalizará 3.580 millones en subvenciones y 76.065 millones en préstamos a través de instrumentos financieros que puedan seguir funcionando después de que acabe el plazo, una idea que parte de Bruselas.