El comité de expertos que designó Hacienda para que le asesore en la reforma fiscal acaba de presentar un informe que pide armonizar impuestos para obligar a la Comunidad de Madrid a subirlos y ahora mismo el Gobierno focaliza su respuesta a la crisis por la guerra de Ucrania como una lucha entre las rebajas fiscales que pide la oposición y su negativa a realizarlas. De hecho, a pesar de la emergencia económica, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, no puede evitar lanzar críticas recurrentes a las comunidades que reclaman fondos y a la vez bajan impuestos, en alusión a Madrid.
Pues bien, un análisis del sistema de financiación autonómica que el Gobierno quiere reformar si la crisis, las divergencias políticas y las citas electorales le dejan muestra que el relato que vende el Gobierno no se acerca a la realidad. La Comunidad de Madrid es la que más aporta, con gran diferencia, a la solidaridad regional, un total de 36.015 millones entre 2009 y 2019, el 43,35% del total.
A gran distancia se sitúan las otras dos comunidades que salen claramente perdedoras en las transferencias netas del Fondo de Garantía de los Servicios Públicos Fundamentales (FGSPF), Cataluña, con una aportación de 12,637 millones en el mismo periodo, el 15,21% del total, seguida de Baleares, con 2.610 millones, el 3,14%. El resto de regiones han sido receptoras netas de fondos. Así lo muestra un estudio que han realizado José Félix Sanz, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Complutense de Madrid, y Santiago Álvarez, profesor titular de Hacienda Pública de la Universidad de Oviedo.
Estas diferencias crecen además con el tiempo al ir ganando la Comunidad de Madrid capacidad financiera, apuntan Sanz y Álvarez.
Este fenómeno se produce a pesar de que la Comunidad de Madrid no es la que tiene una mayor capacidad tributaria, sino que se sitúa en segunda posición, por detrás de Cataluña. En concreto, Cataluña tiene una capacidad tributaria de 209.937.654 euros, el 20,45% del total, por 209.753.046 de Madrid, el 20,44%. Esto supone que Cataluña tiene una participación total de 134.582.146 euros en el Fondo de Garantía de los Servicios Públicos Fundamentales, por 11.744.443 de Madrid.
La clave del desfase entre la capacidad tributaria es cómo se aplica el criterio de población ajustada, que desfavorece a Madrid, refrendan Sanz y Álvarez. Este perjuicio se ve incrementado en el informe sobre población ajustada a modo de pistoletazo de salida de la reforma que Hacienda puso encima de la mesa en noviembre.
Las comunidades remitieron en enero sus alegaciones críticas al informe de Hacienda sobre financiación autonómica, que creen que divide y mantiene los problemas del sistema vigente. Nadie quedó contento, ni siquiera las comunidades de la España vaciada, las beneficiadas del texto. Las más perjudicadas, las más pobladas, con Cataluña y Madrid a la cabeza. También tiene esta particularidad una de las más perjudicadas por el sistema vigente, la Comunidad Valenciana, que ha salido escaldada de su posicionamiento sobre el informe de Hacienda. Primero lo celebró por tratar sobre población ajustada, pero luego lo criticó al leerlo con detenimiento. La Comunidad de Madrid considera que la propuesta es "parcial y arbitraria y no mejoraría el sistema".
Estas cifras desmienten las críticas y descalificaciones sobre la política fiscal de la Comunidad de Madrid. Constituye un sarcasmo y un insulto a la inteligencia que se la califique como insolidaria [...] A pesar de su nivel de renta, la aportación de Navarra y País Vasco a la solidaridad es nula"
A juicio de los autores del estudio sobre la aportación de las CCAA a la solidaridad común, "estas cifras desmienten las continuas críticas y descalificaciones que se producen sobre la política fiscal de la Comunidad de Madrid. Constituye un auténtico sarcasmo y un insulto a la inteligencia que se califique como insolidaria a la Comunidad sobre la que descansa la mayor parte de la nivelación interterritorial de recursos en nuestro país". Sobre todo, advierten, "teniendo en cuenta que estos críticos ocultan de forma maliciosa que, a pesar de su nivel de renta y riqueza, la aportación de las comunidades forales de Navarra y el País Vasco a la solidaridad es nula, es decir, es simplemente inexistente".
Otro estudio de José Félix Sanz ofrece conclusiones sorprendentes sobre la capacidad del IRPF de redistribuir renta, es decir, de reducir desigualdad, según la tarifa y las circunstancias de cada comunidad autónoma. Madrid, que tiene la tarifa más baja, es la comunidad con la tarifa que más reduce la desigualdad en su territorio, un 49,55%, seguida de Baleares (45,63%) y Cataluña (43%), donde el impuesto presenta también una eficacia recaudatoria alta. Extremadura es la que menos lo consigue (26,74%), con Andalucía (27,87%) y Castilla-La Mancha (29,39%) en los siguientes puestos.
Al contrario del mensaje que trasladan el Gobierno de Pedro Sánchez y sus socios, el análisis económico demuestra que para reducir desigualdades es mucho más concluyente la eficacia recaudatoria del impuesto que la progresividad formal de las tarifas aplicadas. Se observa que las comunidades con tarifas formalmente más progresivas no son necesariamente las más eficaces recaudando ni reduciendo desigualdad.
En este sentido, cabe recordar que tener los tipos marginales altos no significan necesariamente más recaudación. Madrid es, de hecho, la que más recauda, y lo hace con los tipos más bajos. Así, ingresó 11.664 millones de euros en recaudación real por el IRPF con uso de la capacidad normativa, 1.100 millones de euros más que Cataluña en 2019, según recoge el informe La evolución de la financiación de las comunidades autónomas de régimen común, 2002-2019, de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea).
Los datos de recaudación muestran que Madrid ingresa más que Cataluña con el modelo opuesto y con un millón menos de habitantes, diferencia que ha aumentado. En 2002, Madrid recaudó 3.556 millones por 3.330 Cataluña. Esta leve ventaja se mantuvo y Madrid empezó a aumentarla sobre todo desde 2010, con la llegada de Artur Mas a la Generalitat.
La cuarta mayor presión fiscal
Otro de los trabajos de José Féliz Sanz con Santiago Álvarez y Desiderio Romero demuestra que la Comunidad de Madrid es la que tiene la cuarta mayor presión fiscal regional, del 33,78%, por detrás de Baleares, Cantabria y Cataluña, según la recaudación impositiva total sobre el PIB regional.
En lo que respecta al cálculo del índice de sacrificio fiscal, que pondera la presión fiscal respecto al PIB neto de impuestos, en términos relativos del PIB per cápita, Madrid, con los impuestos más bajos, no se sitúa en último lugar, sino en el puesto 14, y realizan menor sacrificio fiscal País Vasco, Navarra y Canarias.