La bajada de ventas de turismos registrada este atípico ejercicio 2020 va a afectar también a las arcas del Estado, cuyos ingresos derivados del impuesto de matriculación van a caer de manera notable. Y es que el impuesto de matriculación, una tasa que está transferida a las comunidades autónomas, sigue a la baja y en el mes de noviembre recaudó 33,14 millones de euros, lo que supone un descenso del 39,5% en comparación con los 54,86 millones de euros que ingresó en el mismo mes de 2019.
Según datos de la Agencia Tributaria recogidos por Europa Press, en lo que va de año las administraciones públicas han recaudado 332 millones de euros por este concepto, lo que implica una caída del 40,9% en comparación con los 11 primeros meses del ejercicio anterior. Una proyección que va a llevar a que finalice el ejercicio por debajo de los 400 millones de euros recaudados por este concepto, cifra que va a suponer dejar de ingresar más de 200 millones de euros respecto al total del ejercicio pasado cuando se sobrepasaron los 600 millones de euros.
Todo ello debido a la bajada de las ventas de vehículos este año, a causa de la crisis provocada por la pandemia del coronavirus, que ha hecho que las matriculaciones descendiesen en noviembre un 18,7%, hasta 75.708 unidades, acumulando una disminución del 35,3% a falta de un mes para que termine el año.
Entre otros datos, la cuota media a ingresar por el impuesto de matriculación fue en noviembre de 382 euros, un 19% menos, mientras que en lo que va de año se ha situado en 391 euros, un 17,5% menos que en el mismo período de 2019.
En cuanto al precio medio de los vehículos vendidos en España incluyendo el impuesto de matriculación, en noviembre se situó en los 19.885 euros, un 9% más, mientras que en lo que va de año fue de 19.163 euros, un 6,65% más.
Además, el valor total de los modelos entregados en noviembre en España fue de 1.691 millones de euros, un 18,3% menos, mientras que en el acumulado del año alcanzó los 15.964 millones de euros, un 23% menos.
Menos emisiones
Los vehículos matriculados en noviembre emitían una media de 111 gramos de dióxido de carbono (CO2) por kilómetro, nueve gramos menos que en el mismo mes de 2019, mientras que en lo que va de 2020 la media está en los 114 gramos, un 6,5% menos.
Es este, precisamente, foco de polémica de cara a 2021, un nuevo baremo en los niveles de emisiones que no va a ayudar precisamente a la recuperación del sector. Así lo señala el director general de Audi España, José Miguel Aparicio, que ha calificado de "catástrofe" para la industria del motor y para sus plantillas, así como para los consumidores, que el impuesto de matriculación suba en 2021 por la aplicación definitiva del nuevo sistema de homologación de los vehículos WLTP.
En una rueda de prensa, Aparicio ha recordado, que si el Gobierno no toma ninguna decisión contraria, el 1 de enero entrará en vigor el WLTP y su aplicación hará que el 50% de los coches, que actualmente no paga el impuesto, pase a abonarlo, lo que se traducirá en una subida de precios que ha cifrado en el entorno del 5% y que afectará en mayor cuantía a las marcas Premium.
Este alza -ha advertido- tendrá un impacto social en el empleo si disminuyen las ventas de vehículos, en el medioambiente -la gente comprará coches más antiguos y contaminantes-, en la recaudación del Estado -la patronal prevé que se dejen de vender unas 110.000 unidades y se dejen de ingresar unos 300-500 millones de euros- y en la seguridad vial -los vehículos antiguos tienen menos sistemas de seguridad que los actuales-.