El índice S&P 500 de la Bolsa de Nueva York ha superado este jueves la barrera de los 1.500 puntos por primera vez desde diciembre de 2007, aproximándose así a su récord histórico de 1.576,09 puntos, establecido el 11 de octubre de ese año.
A su vez, el selectivo Dow Jones de Industriales se apuntaba un alza del 0,62% y cotizaba en 13.865 puntos básicos, todavía lejos de su máximo intradiario de 14.198,10 puntos, marcado también el 11 de octubre de 2007. Por contra, el tecnológico Nasdaq cedía un 0,18% y cotizaba en 3.148 puntos básicos, lastrado por el desplome de Apple, que pierde un 10,54% después de decepcionar al mercado con sus previsiones de negocio. Apple sufría así su peor día en bolsa en cuatro años.
La empresa que dirige Tim Cook anunció la víspera tras el cierre de los mercados que entre octubre y diciembre pasados obtuvo un beneficio de 13.078 millones de dólares, prácticamente igual que en el mismo periodo de 2011, con unos ingresos de 54.512 millones, un 17,6 % más interanual pero peor de lo esperado. Con el desplome de hoy, Apple ha perdido casi un tercio de su valor desde que alcanzó en septiembre pasado su máximo histórico en bolsa de 705 dólares por acción.
El Dow Jones conseguía situarse en terreno positivo animado por la caída en 5.000 que registraron la semana pasada las peticiones de subsidio por desempleo en EE.UU., que se situaron así en su nivel más bajo en casi cinco años.
En ese índice lideraban las subidas la farmacéutica Pfizer (1,69 %), la cadena de tiendas Home Depot (1,59 %) y las tecnológicas Cisco (1,55 %) y Microsoft (1,3 %), esta última a la espera de que se conozcan sus cuentas tras el cierre de la sesión, cuando también se sabrán las de la operadora de telefonía AT&T (0,56 %).
Más eufórico era el recibimiento de las cuentas de una empresa que no pertenece a ese índice, el videoclub online Netflix, que se disparaba un 39,87 % tras anunciar un beneficio neto por acción entre octubre y diciembre de 15 centavos de dólar, muy por encima de las pérdidas de 12 centavos que vaticinaban los analistas.
En otros mercados, el petróleo de Texas subía a 95,98 dólares por barril, el oro descendía a 1.669,5 dólares la onza, el dólar perdía terreno ante el euro, que se cambiaba a 1,3350 dólares y la rentabilidad de la deuda estadounidense a diez años subía al 1,86 %.