El Gobierno de Pedro Sánchez mira con recelo los planes del empresario armenio Joseph Oughourlian. El dueño del Grupo Prisa, a través de Amber Capital, quiere centrar sus inversiones en España a través de Indra. Se da la circunstancia que Moncloa considera clave la compañía dedicada a la seguridad y ciberseguridad y en la que es accionista de referencia con la Sepi.
Además, como ya ha avanzado este periódico, las relaciones entre Gobierno y Pedro Sánchez no atraviesan sus mejores días. Dicha situación ha desembocado en que Moncloa haya activado sus tentáculos para ponerle freno dentro de sus inversiones en España. La primera de ellas fue en el Grupo Prisa. Varios accionistas afines al PSOE y altos directivos del conglomerado mediático intentaron relegar a Oughourlian de consejero delegado, si bien no se pudo dar por el alto coste del despido. Ahora, con el empresario armenio queriendo crecer en Indra, el Ejecutivo intentará ponerle palos a las ruedas para que no suceda.
¿Y cómo lo hará? Según fuentes cercanas a Indra el Gobierno activará dos vías en la que ya está trabajando para que Oughourlian tenga menor capacidad a la hora de poder ganar peso en una compañía considerada como estratégica.
La primera de ellas es la de frenar o endurecer con condiciones el aumento de capital de Amber en Indra. En la actualidad, la participación de Oughourlian se limita a poco más del 7%, pero sus intenciones son mucho más ambiciosas. Las fuentes consultadas indican que durante 2025 el empresario y dueño de Prisa prevé aumentar las compras de acciones “para ganar peso” en la compañía. Pero para que eso ocurra el Ministerio de Defensa deberá dar el visto bueno a la operación.
Tal y como ha sucedido en otras ocasiones, como es el caso de STC en Telefónica, la cartera de Margarita Robles ha de validar los movimientos corporativos que superen el 10% puesto que Indra, al igual que la operadora de telecomunicaciones, es una empresa estratégica.
Otra opción que se maneja en Moncloa es que si Oughourlian lanza una ofensiva para aumentar su posición en Indra es que imponga condiciones para darle acomodo en el capital social de la compañía. El Gobierno ya ha dado el visto bueno a otros inversores extranjeros en otras empresas del Ibex como Naturgy o la propia Telefónica.
Se da la circunstancia de que Oughourlian quiere que la empresa se parta en Minsait y Defensa, y así dar entrada de manera separada a nuevos socios. De hecho, la anunciada venta de la división tecnológica (Minsait) prometida por el Gobierno es una petición del armenio, si bien la Sepi está retrasando esta idea. Una condición que podría imponer dentro de estas condiciones.
Escribano, el escudero del Gobierno
Pero la gran baza con la que cuenta el Gobierno de Pedro Sánchez es el Grupo Escribano. Hasta hace pocos años, la pequeña empresa familiar de mecanizados que sobrevivía gracias a contratos del extranjero ha ido ganando peso con el paso del tiempo.
Escribano ha triplicado ingresos durante los últimos años, al calor de los contratos públicos. Su irrupción en el tablero de la defensa en España, en el que no había participado nunca, sucede en 2019, cuando obtiene una adjudicación de la Armada española para realizar torretas remotas, por 6 millones de euros. Ahora, se ha convertido en un socio de referencia para Defensa y para el Ejecutivo de Pedro Sánchez.
Las fuentes consultadas indican que Moncloa y Escribano se han propuesto reforzarse en Indra y la intención de la empresa familiar es aumentar su participación en la cotizada del Ibex 35 en los próximos meses.
Cabe recordar que recientemente Escribano ha aumentado su participación en la empresa tecnológica Indra hasta alcanzar el 14,3% respecto al 8% previo. Con todo, la Sepi sigue siendo el accionista mayoritario con un 25,159% del capital. Los otros dueños de referencia son Sapa Placencia, con un 7,944%; Amber Capital Invest Management, con un 6,231%, y Joseph Oughourlian cuenta con un 5,13%.
Fuentes cercanas a la compañía admiten que la estrategia de Escribano es “aumentar posiciones” debido a la “gran relevancia que tiene Indra en la geopolítica europea”. Por eso, la intención de la empresa familiar es adquirir acciones a lo largo de los próximos trimestres.
La compañía está cerrando un año de gran éxito con proyecciones que superan los 300 millones de euros en facturación para 2024. Esta cifra, que representa un incremento del 61% respecto al ejercicio anterior.
Con todo, se espera que Joseph Oughourlian agite el avispero en sus inversiones en 2025. Prisa ha dejado de ser primordial para sus intereses y su relación con el Gobierno se ha enfriado por lo que mantener su posición en el conglomerado mediático ya no es estratégica. Solo las minusvalías generadas en Prisa le retiene. Ahora, su futuro en España pasa por Indra, pero el Gobierno intentará ponerle coto.
esnalar
30/12/2024 08:54
Ni un solo extranjero debería de estar manejando empresas nacionales con categoría de estratégicas o defensivas.
jopetas
30/12/2024 13:18
Se acabó el amor Oughourlian-Sánchez Compró acciones de Prisa, puso a testaferros del Amado Líder al cargo y a cambio obtuvo el control de Indra. Pero parece que las pérdidas económicas no compensan el amor. Es lo que tiene confiar en un narcisista.
lololol
Y el 40% de los encuestados tampoco es el 40% del total