Dejó de producir camiones hace casi cinco años, pero el proceso de transformación de Nissan Ávila sigue sin llegar a cerrarse y el futuro de la planta está ahora mismo en el aire. La directiva de Nissan en España culpa al comité de empresa de la planta de bloquear las negociaciones del nuevo convenio colectivo 2021-2023 que asegure el futuro de la misma, de manera que esa "inflexibilidad" está abocando a la factoría abulense a una situación límite.
Según la compañía, esta circunstancia compromete la buena marcha del proceso de transformación y el futuro de la propia fábrica, que ha pasado de ser una planta de vehículos industriales a un centro de recambios. Por ello, la multinacional japonesa ha urgido a la representación sindical a cerrar cuanto antes un convenio colectivo que permita mantener la competitividad de la factoría abulense y no comprometa su futuro, ya que esta situación de bloqueo "dificulta gravemente la consolidación del proyecto de transformación" que, según los responsables de la planta, se está cumpliendo según lo comprometido tanto en empleo como en inversiones.
Esta situación se produce sin embargo un mes después de que el comité de empresa considerara "inaceptable" la propuesta inicial realizada por la dirección de la compañía para el nuevo convenio colectivo 2021-2023, tras la primera reunión celebrada entre ambas partes. Desde entonces, Nissan asegura haber mantenido durante las últimas semanas varias reuniones con el comité de empresa para tratar de alcanzar un acuerdo de convenio colectivo que permita consolidar el proyecto de transformación de este centro industrial tan importante en términos de empleabilidad para la provincia.
La compañía explica que, en contra de lo manifestado por el comité, Nissan ha planteado incrementos salariales consolidados en línea con el convenio de Renault, con la actual evolución del IPC y para asegurar la competitividad futura de la planta, en el polo industrial de la Alianza en Castilla y León.
Un 50% menos de producción
La dirección de Nissan cree imprescindible cerrar un acuerdo lo antes posible que permita mantener a la planta en los márgenes de competitividad para atraer proyectos y nuevas actividades que garanticen su estabilidad y su futuro a largo plazo. Al respecto, ha señalado que tanto la actual situación económica derivada de la covid-19 y el "retraso" en la construcción de la planta de estampación, han provocado que en el actual ejercicio fiscal –de abril 2021 a marzo 2022 – la planta vaya a dejar de producir casi un 50% del volumen esperado.
Sin embargo, asegura que con los trabajos de introducción de las nuevas piezas, Nissan ha mantenido el compromiso de recuperación del empleo que adquirió en el Plan Industrial, de manera que están trabajando 300 de los 450 empleados de la plantilla "en línea con el objetivo previsto en el acuerdo social de 2017".
Nissan afirma que el proyecto de transformación de la fábrica está "en plena fase de despliegue", con la compañía logrando más carga de trabajo, lo que en su opinión contribuirá a que dicho proceso se acelere este año cuando concluyan dos infraestructuras que considera "clave".
Por una parte el almacén logístico de 21.000 metros cuadrados, cuyas obras comenzaron el pasado mes de noviembre y, por otra, la nueva planta de estampación de 23.000 metros cuadrados, a cuyo edificio ya ha podido acceder la compañía, que prevé concluir esta semana en su interior la instalación de la máquina inyectora de plástico para la producción de paragolpes de recambio.
Nissan dice haber invertido los 40 millones de euros comprometidos en el plan industrial inicial, una cantidad a la que prevé sumar otros 15 millones de euros hasta llegar a un total de 55 millones entre 2018 y 2022, sumándose a una cantidad similar por parte de la Administración autonómica.