La controvertida ‘operación Canalejas’, que convertirá los edificios históricos de la Plaza Canalejas y la Calle Sevilla de Madrid en un centro comercial de lujo y un hotel de la cadena Four Seasons, sigue levantando voces en contra. A las alegaciones en contra de ciertas plataformas se han unido las del PSOE o el arquitecto José Miguel Gastón de Iriarte, exfuncionario de la gerencia urbanística del Ayuntamiento de Madrid.
Asimismo, se esperan también reacciones por parte de UPyD, aunque no en forma de alegaciones, entre otras cosas porque el periodo de presentación finalizó el pasado 15 de abril sin que haya noticias al respecto.
Por parte del PSOE, el portavoz de Urbanismo y Vivienda, Marcos Sanz Aguero, ha presentado sus alegaciones contra el proyecto, criticando la “dinámica destructiva para el patrimonio histórico” que supone la modificación urbanística. El político socialista señala que la actuación urbanística ha sido “discutible” lo argumenta con argumentos similares a los de anteriores alegaciones.
Asimismo, señala que el intercambiador de transportes debe ser financiado por los promotores del proyecto.
Como siempre, a toda prisa
Menos formalista se muestra el arquitecto Gastón de Iriarte, que alega a título personal el mismo tipo de argumentaciones técnicas, aunque haciendo hincapié en que el Ayuntamiento ha concedido “con una celeridad insólita que la administración puede tardar años en conceder”, tramitando el posterior expediente con “una celeridad ejemplar”. Algo habitual en Madrid cuando se trata de operaciones inmobiliarias de calado.
Gastón de Iriarte señala que el informe técnico se presentó el 8 de febrero de este año; el informe jurídico el 14 de febrero, y el 21 de febrero llegó el acuerdo de la Junta de Gobierno, el acuerdo de aprobación inicial de la modificación del Plan General, “todo ello sin pronunciarse sobre el Plan Especial de Protección del 2.007, que se refiere al mismo ámbito territorial que el mencionado APE 01.11, y ello cuando todavía sigue vigente la consideración de Bien de Interés Cultural del Banco Central Hispano según la declaración de 28 de enero de 1999”.
Otro apartado llamativo e incluso divertido de las alegaciones es que “el expediente de forma sorprendente no dedica una sola línea a explicar o justificar las causas por las que debe rebajarse al mínimo el vigente alto nivel de protección de los edificios. Tan sólo un repetido y genérico por considerarse más adecuado”.
Escaparates, puertas...
Por lo demás, fuentes cercanas a las alegaciones señalan que están reclamando insistentemente tener acceso al proyecto original al completo, ya que denuncian que tendrán lugar modificaciones en la fachada, como “numerosos escaparates e incluso más aperturas hacia la calle”.
En este sentido, las fuentes consultadas señalan que "la práctica es la habitual en Madrid cuando se trata de grandes proyectos inmobiliarios: se aprueba todo a toda prisa para luego que haya el más absoluto silencio sobre el asunto y así, ir desarrollando el proyecto a su libre antojo".
Las alegaciones son un primer paso, hasta que se apruebe en comisión el proyecto, tal como está previsto. Entonces, comenzarán las actuaciones por la vía de lo contencioso, aunque las partes señalan que “eso no paralizará el proyecto”.
Habrá que ver las intervenciones en el pleno de UPyD al respecto. Las fuentes consultadas señalan que serán muy beligerantes.