Sumar ha registrado una proposición no de ley en el Congreso con el objetivo de integrar a los beneficiarios de Muface, Isfas y Mugeju en el Sistema Nacional de Salud (SNS). Este movimiento supone una transformación profunda para millones de funcionarios que, hasta ahora, reciben su atención sanitaria a través de aseguradoras privadas.
La propuesta, que busca un "trasvase equilibrado y progresivo", pretende reforzar los recursos del SNS mediante la transferencia de financiación actualmente destinada a las aseguradoras. A continuación, desgranamos las claves de esta iniciativa.
¿En qué consiste el trasvase de mutualidades al SNS?
El plan presentado por Sumar establece la creación de una comisión de trabajo interministerial, liderada por el Ministerio de Sanidad, que incluirá a las comunidades autónomas. Esta comisión será la encargada de diseñar un proceso de transición que comenzará por los mutualistas de Muface y, posteriormente, abarcará los colectivos de Isfas y Mugeju.
El proceso, según el texto de la proposición, contempla varias fases que garantizarán una integración ordenada y adaptada a las necesidades de los pacientes, con especial atención a situaciones excepcionales como las de funcionarios que trabajan en el extranjero o en territorios sin acuerdos bilaterales en materia sanitaria.
¿Cómo se financiará este cambio?
Uno de los pilares clave de la propuesta es la transferencia total de los recursos económicos que actualmente se destinan a las aseguradoras privadas. Este dinero se trasladará al sistema público de forma finalista, teniendo en cuenta factores como la demografía y los perfiles de morbilidad de los beneficiarios.
El objetivo es reforzar las áreas más saturadas del SNS, especialmente la atención primaria y comunitaria, que recibirán nuevos recursos humanos y materiales para absorber a los mutualistas que migren desde el sistema privado.
Un impacto amplio: ¿qué significa esto para los funcionarios?
Este cambio afecta a millones de funcionarios, cuyos servicios de salud han estado históricamente gestionados por aseguradoras privadas a través de Muface, ISFAS y Mugeju. Aunque Sumar asegura que el proceso será progresivo y garantizará la continuidad asistencial, la propuesta podría generar un intenso debate entre las partes afectadas, incluidas las propias aseguradoras.
Por otro lado, la integración en el SNS podría aliviar las desigualdades en el acceso a la sanidad pública, mejorando la cohesión territorial y unificando los modelos de atención en todo el país.
La propuesta de Sumar abre la puerta a un debate sobre el futuro de las mutualidades en España y el papel de las aseguradoras privadas en la gestión de la sanidad pública. Si bien este modelo ha coexistido durante décadas, los cambios económicos y sociales han impulsado la necesidad de un replanteamiento que garantice la sostenibilidad del sistema sanitario y una cobertura equitativa para todos los ciudadanos.
En las próximas semanas, se espera que esta iniciativa gane protagonismo en el Congreso y entre los actores del sector sanitario.
