Hace casi un año, el ministro de Energía, Álvaro Nadal, anunció a bombo y platillo una serie de medidas para evitar que se repitiera la subida de los precios de la luz que se produjo en las últimas semanas de 2016 y, especialmente las primeras de 2017. Entre ellas, la implantación de la figura del creador de mercado en el Mibgas, cuya misión sería incrementar su liquidez y evitar fuertes oscilaciones en los precios del gas, una de las fuentes generadoras que más encarece el recibo eléctrico. Este miércoles, el Ministerio de Energía publicó la orden que regula este mecanismo, cuyo único resultado será una intervención de facto del Mibgas. Porque los precios de luz no bajan ni bajarán. Al menos, por esta actuación del Gobierno.
El principal motivo es que el hecho de que Gas Natural Fenosa y Endesa, designados por el Gobierno como operadores dominantes, se vean obligados a ofertar gas en el mercado apenas influirá en el precio de la materia prima porque la práctica totalidad se negocia fuera del Mibgas, a través de contratos privados entre las empresas. De hecho, la cuota del Mibgas tan sólo supone el 6% del total, de modo que su influencia en el precio del gas es mínima.
A los efectos, la influencia del Mibgas en el precio de la materia prima es inapreciable. El precio viene marcado por las referencias de los mercados internacionales, especialmente de aquellos suministradores tradicionales de gas, en especial Argelia, cuyo mercado no es precisamente el más económico.
Además, una de las principales premisas que maneja el Ministerio para implementar esta medida, la escasez de gas almacenado en España (lo que haría buena la alternativa de que los operadores dominantes incrementaran su oferta en el mercado), no se corresponde con la realidad. En la actualidad, el gas almacenado es equivalente a 36 días de consumo medio anual. Es decir, España tendría gas para más de un mes aunque no llegara ni un metro cúbico.
La regulación
La orden, publicada este miércoles en el Boletín Oficial del Estado (BOE) detalla la cantidad máxima de gas que deben ofertar las compañías para casar órdenes en el Mibgas, que supone aproximadamente 8.000 MW/h (aproximadamente el 80% le corresponderá a Gas Natural y el resto a Endesa), así como una referencia para los precios a los que debe hacerse.
Un escenario que resulta novedoso para las compañías, que no están preparadas para realizar este tipo de operaciones, más propia de traders financieros, que son los que realmente operaban en el Mibgas. De hecho, Gas Natural Fenosa ha tenido que contratar servicios financieros adicionales que elaboren coberturas especiales para cubrir los riesgos que suponen todas las obligaciones establecidas en la nueva orden.
El problema está en que la mínima influencia que todo ello tendrá en el mercado eléctrico por el escaso peso del Mibgas, que pasará a estar por completo intervenido. De hecho, incluso antes de conocerse oficialmente el contenido de la orden, Gas Natural ha recurrido la medida ante los tribunales.