La Generalitat de Cataluña ha mantenido una política fiscal expansiva en el primer semestre, lo que le está permitiendo crecer por encima de lo que lo hace el conjunto del país. De hecho, puede acabar el año con un incremento del PIB regional del 3,3%, por encima del PIB general, que crecerá alrededor del 3%. Pero esto también tiene su lado negativo. El Gobierno de Carles Puigdemont está basando toda esta política expansiva en el lado del gasto y está poniendo una vez más en riesgo el cumplimiento del objetivo de déficit.
Así lo señala el último documento elaborado por el Servicio de Estudios del BBVA (BBVA Research) sobre la situación y las perspectivas de la comunidad autónoma. Con este aumento del gasto, tras las contenciones de 2014 y 2015, va a ser difícil que la comunidad cumpla con el 0,7% al final del ejercicio, el nuevo límite con el que podrán contar todas las regiones una vez que el Gobierno sea capaz de modificar la Ley de Estabilidad. Para conseguirlo, el Partido Popular ha presentado ya una proposición no de ley en el Congreso y está negociando el apoyo del resto de grupos.
El Gobierno de Puidemont dejó claro al llegar al poder que la etapa de recortes había concluido y que elaboraría unos Presupuestos expansivos. Pero a la hora de sacar las cuentas adelante las cosas no fueron tan fáciles. La CUP tumbó las cuentas de Puigdemont en junio y el president decidió someterse a una cuestión de confianza en septiembre. Después de comprometerse a celebrar el referéndum por la independencia de Cataluña en la segunda quincena de septiembre de 2017, Puigdemont ha recuperado el apoyo de la CUP, pero sin garantías sobre las cuentas. Eso sí, el president no pierde la esperanza.
No sería la primera vez que Cataluña no cumple los objetivos de déficit. El año pasado, sin ir más lejos, prácticamente cuadriplicó el objetivo al acabar el año con un saldo del 2,7% de su PIB. Sin embargo, el vicepresidente y conseller de Economía, Oriol Junqueras, está totalmente convencido de que la situación no se volverá a repetir y de que la Generalitat cumplirá este por primera vez "en mucho, mucho tiempo". Así lo señaló Junqueras a TV3 la semana pasada.
BBVA Researh no es tan optimista y cree que la región acabará con un déficit de entre el 1% y el 1,5% del PIB en 2016, igual que Asturias, Cantabria, País Vasco, Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha, Madrid, Aragón y Baleares. La situación es aún peor en La Rioja, Extremadura y Murcia, que pueden acabar el año con un déficit de más del 1,5% del PIB, más del doble de lo fijado. Y si quiere cumplir en 2017, Cataluña necesitará una consolidación fiscal de más de un punto, a no ser que se produzca un ajuste mayor que el presupuestado en lo que resta de año.
A pesar del desvío del déficit, Cataluña se anotará buenos registros económicos. En el primer semestre, el PIB siguió creciendo a un ritmo del 0,8% y todo apunta a que será capaz de crecer a este nivel en el tercer trimestre. La recuperación, tal y como reconoce el servicio de estudios, está superando las expectativas y puede que se consolide en un aumento del PIB del 3,3% a final de año. Y es que el consumo en Cataluña está creciendo por encima de la media, lo que justifica buena parte del diferencial de crecimiento con España. Y ese crecimiento del consumo está muy relacionado con la política expansiva de la comunidad.
Además, esta recuperación de la demanda interna no está lastrando el crecimiento de las exportaciones, que fueron las que tiraron del PIB durante los años más duros de la crisis. Esto no está sucediendo a nivel nacional. Tal y como sostiene el ‘think tank’ liderado por Antoni Castells, Europe G, la economía española está volviendo a cometer los errores del pasado volviendo a impulsar un modelo de crecimiento basado solo en la demanda interna y provocando que el sector exterior vuelva a restar crecimiento al PIB. Y esto es un error.
En 2017 el PIB catalán se desacelerará influido por el debilitamiento de la economía mundial y el Brexit
Además, en Cataluña se mantienen fuertes los bienes y los servicios. Los bienes de equipo explican tres cuartas partes del crecimiento de las exportaciones catalanas y las pernoctaciones de extranjeros aumentaron en 7,1 millones desde 2010. Sin embargo, hay que reconocer que un 38% de esta mejora se explica por las tensiones geopolíticas en algunos destinos competidores.
A pesar de la buena evolución del PIB en 2016, BBVA Research avisa de que se aproxima una desaceleración el año que viene. El debilitamiento del crecimiento global y el Brexit afectarán sin duda a la comunidad. En general, la exposición de Cataluña al mercado británico es menor que la del conjunto de España, pero su mayor apertura comercial sugiere que las repercusiones de la salida del Reino Unido de la UE podrían ser significativas. A nivel nacional, el Brexit podría restar cuatro décimas de crecimiento en 2017.
Con o sin desaceleración el año que viene, la entidad financiera calcula que Cataluña será capaz de crear casi 200.000 empleos entre 2016 y 2017, aunque el nivel seguirá un 9% por debajo del que había en 2007. Y la tasa de paro podría bajar hasta el entorno del 13%, de forma que aún seguiría siete puntos por encima del nivel que había antes de la crisis. “Queda un largo camino por recorrer para recuperar el nivel de ocupación”, sostiene.
