El discurso de los sindicatos sobre la subida de salarios en convenio no ha cambiado con la invasión de Ucrania. UGT y CCOO mantienen sus reivindicaciones de principios de año, ya con la inflación desbocada: un pacto de tres años con una subida de cerca de un 5% con cláusula de revisión salarial. De entrada, ya asumían que no iban a pedir un alza con la inflación a 31 de diciembre, del 6,5%, pero sí que sus reclamaciones se iban a situar cerca. "Los trabajadores no van a perder poder adquisitivo", han insistido la semana pasada. La patronal destaca a su vez que las empresas están en una situación delicada de salida de la crisis de la pandemia, asumiendo la enésima subida del SMI, a 1.000 euros, soportando también los efectos de la inflación y del alza de la energía, y ahora mismo, con fuerte impacto por la invasión de Ucrania, incrementado por el parón de suministros. Las empresas insisten en que las alzas que se pactan deben ir ligadas a la productividad.
En este escenario, las pymes advierten a los sindicatos de que son las que más sufren la subida de SMI y se quedan sin margen para asumir fuertes subidas salariales. La patronal Cepyme ha publicado un informe sobre la Repercusión de la subida del SMI en la pyme española que advierte de que en la pequeña empresa, el SMI se sitúa en el 69,5% del salario medio, aumentando esta cifra en el sector servicios, donde supera el 80% en siete comunidades y alcanza el 90% en otras como Canarias. Hay provincias en el que el salario mínimo supera el 75% del salario promedio y sectores en los que el SMI llega a alcanzar el 90% del salario medio, como en hostelería.
Sobre sus diversos efectos, el informe avisa de que la remuneración media es distinta en cada segmento de la economía, por lo que un mismo SMI tiene un impacto diferente. En el sector Servicios, el SMI es el 59,2% del salario medio; en las empresas de menos de 50 trabajadores, llega al 69,5%. En cinco autonomías, esa misma relación ronda o supera el 65%: Canarias, Extremadura, Murcia, Andalucía y Castilla-La Mancha. En esas regiones, trabajan 6,1 millones de personas, el 30% del total.
Esa misma situación alcanza a 18 provincias, llegando al extremo en Zamora y Ávila, donde el SMI supera el 75% del salario medio. En todas las comunidades autónomas, el SMI es más del 60% de la remuneración promedio de las empresas pequeñas de Servicios.
Entre 2016 y 2022, España ha subido el SMI un 52,6%, hasta llevarlo al 54% del salario medio, mientras Alemania todavía lo tiene en el 41%, Francia, en el 47% e Irlanda en el 46%, según datos Eurostat. Sólo en 5 países de la UE el SMI supera el 50% del salario promedio.
Asimismo, el informe alerta del impacto negativo del aumento del salario mínimo es mayor entre las mujeres y los trabajadores no cualificados y/o sin experiencia. El elevado y continuado incremento del salario mínimo estimula el reemplazo de puestos de trabajo elementales por maquinaria y/o robots, pudiendo tener, como consecuencia imprevista, un incremento permanente del desempleo de larga duración, avisa.
Ha evitado la creación de 161.000 puestos de trabajo
Cepyme se mete también en un asunto que origina gran controversia con el Gobierno, el impacto en el empleo de la subida del SMI, lo que cuantificó en Banco de España para el caso de la de 2019 en entre cerca de 125.000 y hasta 180.000 que no se crearon por aquel incremento. El aumento consecutivo del salario mínimo ha evitado la creación de 161.000 puestos de trabajo, concluye el informe, que avisa de que el salario mínimo afecta a las ocupaciones elementales, que son aquellas que no exigen capacitación ni experiencia y, por lo tanto, a las que corresponden las menores remuneraciones por ser también las menos productivas. Entre 2013 y 2016, con un salario mínimo estable, el número de ocupaciones elementales creció a la par que el PIB y por encima de las ocupaciones no elementales (todas las demás). Entre 2016 y 2019, el salario mínimo subió un 37,4%.
Aunque el crecimiento económico fue similar al del trienio anterior, la creación de empleos elementales se desaceleró fuertemente. Sin embargo, la creación de empleos no elementales creció más deprisa, lo que muestra el diferente impacto del salario mínimo en los distintos tipos de empleos. De haber crecido el salario mínimo de forma moderada, como en el trienio anterior, se podrían haber creado 131.600 empleos elementales más, apunta. Desde 2019, el salario mínimo siguió creciendo. El empleo no elemental pudo crecer ligeramente, pero las ocupaciones elementales se estancaron. Con un salario mínimo moderado desde 2019, podrían haberse creado otros 29.400 puestos de trabajo elementales (tal sería el resultado de haber crecido proporcionalmente igual que las ocupaciones no elementales).
La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha acusado a los que sostienen que la alza del SMI afecta al empleo, de "mentir". Asegura que se trata de "fe, teología", lo que secundaron CCOO y UGT en la firma del acuerdo de este año, que no apoyó CEOE.