El proyecto de gasoducto de conexión internacional de España y Francia por Cataluña, conocido como MidCat, se ha convertido este verano en un frente de debate en Europa en plena crisis con Rusia. Alemania quiere que se reactive para compensar su escasez de gas, el Gobierno de Emmanuel Macron se niega en rotundo a activar este ‘tubo’ y el Ejecutivo de Pedro Sánchez dice ahora que podría estar disponible en menos de un año, pese a que hace unos años lo calificaba como “proyecto ruinoso”. Una teoría que también compartía el anterior inquilino de la Moncloa, Mariano Rajoy.
En 2014, durante su primer mandato, Rajoy tuvo en su mano un informe que hablaba del riesgo para la Unión Europea la alta dependencia del gas ruso y la gran oportunidad estratégica que tenía España como alternativa si se activaba el MidCat. Dos conclusiones que le ofrecieron en un documento informativo los investigadores del Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEE), el think tank en el Ministerio de Defensa, tras la crisis diplomática con Rusia surgida por la anexión de Crimea.
“El modelo español de diversificación del suministro de gas nos confiere una situación ventajosa que podría contribuir a reducir la dependencia del gas ruso en un 10% al resto de la Unión Europea . Para ello, es imprescindible la finalización de la construcción del MidCat, un gasoducto que conectaría Francia y España a través de Cataluña”, proponían desde el IEEE. “De esta forma, España dejaría de ser una isla energética para Europa y se convertiría en un distribuidor de gas acorde con su privilegiada posición geográfica. Por otro lado, la UE podría beneficiarse del gas de Argelia”, añadían en este documento informativo que data del 23 de abril de 2014.
Entonces, el MidCat ya se encontraba entre los posibles proyectos de infraestructuras energéticas de Interés Común para la Unión Europea . El proyecto se realizaría entre Francia y España, y consistiría en la realización de varios subproyectos a desarrollar de forma independiente pero coordinada entre la española Enagás, la red francesa Total Infraestructures Gaz France (TIGF) y el operador francés de sistemas de transmisión de gas natural GRT-Gaz.
El think tank en el Ministerio de Defensa avisaba en aquel documento que si activaba el proyecto habría estado disponible en 2020. “Está diseñado para tener una capacidad de 230 gigavatio/hora gestionados cada día (GWh/d) de España a Francia y de 80 GWh/d en sentido inverso. Por parte española, la empresa Enagás se encargaría de la construcción de 165 kilómetros de gasoducto entre Martorell‐ Figueres y de 30 kilómetros entre Figueres y la frontera francesa. La empresa TIGF se encargaría de la construcción del gasoducto de 120 km entre la Frontera Francesa y Barbaira y finalmente GRTgaz se encargaría de la construcción de los 190 km de la arteria de Roina”, registraba el informe del organismo público.
De Rajoy a Sánchez, sin señales del MidCat
Rajoy metió en un cajón el informe. Ni su ministro de Defensa, Pedro Morenés, ni José Manuel Soria, ministro por entonces de Energía, tuvieron en cuenta la oportunidad estratégica que se le planteaba a España. Ocho años después, el riesgo ruso se ha convertido en una crisis energética en Europa y España no ha podido tener preparado su interconexión gasista para ser una alternativa.
Entre otras cosas, porque el equipo de Pedro Sánchez también ha dado la espalda a este proyecto estratégico. Es más, su Gobierno arrancaba la legislatura declarando públicamente su rechazo a este gasoducto. La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, definía en 2019 el Midcat como una infraestructura “ruinosa” cuando la amenaza rusa no estaba en el radar y todavía quedaban dos años para arrancar la actual crisis energética.
“El MidCat se propuso en 2007 (durante la presidencia de José Luis Rodríguez Zapatero) y fue diseñado para estar operativo en 2015. Sin embargo, su construcción se paralizó en 2010 ya que, según las empresas francesas responsables del proyecto al otro lado de la frontera española, no había suficiente demanda de gas para realizar la infraestructura”, recuerdan desde el IEE.
Por el lado español, la obra comenzó en Martorell y finalizó en Hostalric, dejando un surco de 88 kilómetros. La obra, concebida como proyecto internacional, se quedó paralizada. En 2014, el MidCat se vendía al Gobierno como “un proyecto rentable y atractivo y puede jugar un papel importante en la diversificación del suministro energético de la Unión Europeo”. En 2022, Alemania presiona para que sus vecinos del sur le rescaten de su crisis energética.
Pelosi
Abundio es Einstein al lado de Marianico…
Ibero
Lo tuvo TODO para HACER el cambio TOTAL de este País y NO hizo nada de NADA el acomplejao - sin ideología - haragán del Rajao. Así nos va...y derechitos al abismo por el socialcomunismo vende humo
vallecas
Señores por favor. Con la que te tenemos y ustedes hablando de Rajoy?
spqr
A Mariano todo lo que no fuera leer el Marca y fumarse un puro, no entraba en sus cánones de atención.
Miramelindo
Rajoy ha sido un desastre igual. Mucho 2030. El PP de este señor asumió todo el marco mental y el state of mine de la izquierda. Me da que con Feijóo pasará lo mismo.