Mientras los políticos siguen su particular juego de tronos ajenos a la realidad económica, las señales de alarma del mercado laboral siguen encendiéndose sin que nadie mueva un dedo. La Encuesta de Población Activa (EPA) del segundo trimestre confirma que se atenúa el ritmo de creación de empleo y, por tanto es más que evidente su proceso de desaceleración. Y, ¡atención! : crece el paro por primera vez desde hace 24 trimestres en tasa anual desestacionalizada. Lo que significa que ha empezado a producirse un cambio de tendencia y que la estadística, aunque aún positiva, es peor que la anterior. Aguanta en parte por la alta precariedad laboral y por el espectacular aumento del empleo de jornadas a tiempo parcial. De esta forma, en las cifras de la EPA aparece un nuevo récord histórico: el empleo por unas horas de trabajo, afecta ya a casi tres millones de personas.
En el segundo trimestre de 2019 había 2.951.500 ocupados con empleo parcial en sus modalidades indefinidas y temporales. Salvo en algunos momentos durante la recesión, la cifra no ha dejado de crecer durante la crisis económica y sobre todo tras los primeros brotes de crecimiento del PIB. Por ejemplo, desde 2014 ha aumentado un 8% (unos 200.000 empleos parciales más). El caso es que, cuando comenzó la crisis en 2007 había 2.265.400 trabajadores por horas y desde entonces se ha producido un crecimiento del 30%, es decir, hay 650.000 empleados más. La cifra llega a los 771.000 más (41% de incremento) si sólo tenemos en cuenta los asalariados, es decir, si excluimos los autónomos.
Y que estas cifras de la precarización están sosteniendo la estadística laboral lo demuestra el dato de que sólo en el este trimestre, en el que se acentúa la contratación en el sector servicios por el inicio de la temporada del verano, haya subido en 50.800 su número (1,8%). Curiosamente, se ha producido un hecho novedoso: por primera vez crece más el empleo por horas en hombres (26.000 empleos, un 3,62% respecto al trimestre anterior) que en mujeres (24.000 más, con un alza del 1,11%). En todo caso, un 74% de las personas con empleo a tiempo parcial son mujeres (2.186.200) y el 26% son hombres (765.400).
Todas estas cifras están acercando a España a pasos agigantados a las estadísticas europeas. Sin embargo, la situación aquí es otra
Por tanto, al amparo de la incentivación por parte de todos los gobiernos para mejorar la estadística laboral, las empresas están optando por esta modalidad de empleo, más barata de cara al pago de cuotas a la Seguridad Social y con nómina más baja, ya que también pueden realizar contrataciones indefinidas. Así, el 55% de los empleos parciales actuales (1.485.700) son fijos (frente al 51% en 2007 con 976.000 empleos). Mientras, el 45% de los parciales son temporales (1.186.800 trabajadores) frente al 49% en 2007 (925.000 trabajadores).
Todas estas cifras están acercando a España a pasos agigantados a las estadísticas europeas. Sin embargo, la situación aquí es otra. Es decir, en Holanda, por ejemplo, la contratación a tiempo parcial supera el 60% del empleo total, pero se trata de trabajo voluntario y suele ser para complementar el primer sueldo del hogar. Sin embargo, en nuestro país la parcialidad es la oferta laboral más habitual.
Aumentaría la precariedad
De esos 2.951.500 puestos por horas, casi 2,7 millones corresponden a asalariados (40.000 más respecto al trimestre anterior) frente a 1.901.000 en 2007 ya que sólo hay ahora 279.000 autónomos bajo esta modalidad frente a los 364.300 que había hace 12 años. Todo esto significa que el 15% de los 19,8 millones de ocupados totales en España (uno de cada seis) tiene uno de estos empleos mientras que en 2007 era poco más del 10% de los 20,7 millones de ocupaciones. Por tanto, mientras que todavía habría que crear casi un millón de puestos de trabajo totales para tener la misma cifra que al inicio de la crisis, hay sin embargo esos 650.000 ocupados más con contrato a tiempo parcial que hace 12 años.
Es el empleo que más ha crecido. Conviene también aclarar que es el sector privado dónde se produce el 93% de estos empleos por horas (más de 2,7 millones) ya que sólo algunos ayuntamientos están utilizando esta fórmula. Si esta modalidad se extendiera al conjunto de las Administraciones públicas, seguramente mejoraría la estadística laboral, pero aumentaría más la precariedad.
En todo caso, si tenemos en cuenta sólo el personal asalariado, la cifra de trabajadores jornada con tiempo parcial del conjunto del mercado laboral supera el 16% frente al 13% en 2017.
Segundo peor trimestre en tres años
La letra pequeña de la EPA de este segundo trimestre arroja, además, datos que pueden ser preocupantes. En primer lugar, el paro bajó en 123.600, pero es el peor resultado desde 2013. Sin embargo, en términos desestacionalizados, es decir, considerando este periodo de forma homogénea respecto a los demás, el paro subió un 0,53%en tasa anual. Es la primera vez que sucede desde el cuarto trimestre de 2013, es decir, al final de la segunda recesión económica. Para valorar este cambio de tendencia sólo hay que ver que en el trimestre anterior (primero de 2019) el desempleo caía a un ritmo del 2,49% y que hace un año (segundo trimestre de 2018) el descenso era del 4,46%.
Luego, algo está pasando. En cuanto al empleo, aunque aún crece (por el aumento de la precariedad y del trabajo a jornada a tiempo parcial), su ritmo se está atenuando alarmantemente. Subió en este trimestre en 333.800 personas, pero es el segundo peor trimestre en tres años. En términos desestacionalizados se ve más claramente el descenso: subió un 0,31% la ocupación frente al 0,65% del trimestre anterior y, por ejemplo, del 1,06% de hace un año. Desde el segundo trimestre de 2016 no se daba un aumento tan ramplón.
