Economía

El Tesoro estadounidense examina al Gobierno para verificar la mejora de la economía española

Al margen de las antenas que el FMI y el resto de los integrantes de la troika tienen desplegadas en Madrid, el Tesoro estadounidense ha querido comprobar de primera mano la salud de la economía española reuniéndose con el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, al que considera principal promotor de las medidas que están ayudando a sanear las finanzas públicas.

El responsable de Mercados del Departamento del Tesoro estadounidense, Daleep Singh, acompañado por el embajador James Costos, ha abordado con el titular de Hacienda la estrategia económica puesta en marcha por el Gobierno que ha permitido el regreso de la confianza de los mercados, la caída continuada de la prima de riesgo y la recuperación de las bolsas. Singh, que ha pasado la mayor parte de su carrera en Goldman Sachs, es un especialista en el mercado de deuda y tiene hilo directo con la Casa Blanca para el trasvase de toda la información relacionada con los mercados globales y las operaciones canalizadas a través de fondos de inversión.

Daleep Singh es un especialista en los mercados de deuda e hizo el grueso de su carrera en Goldman Sachs

Singh ha prestado especial atención al cumplimiento de los objetivos de déficit y, en concreto, a las medidas aplicadas desde Hacienda para estimular la salida de la crisis, parte de ellas relacionadas con los 40.000 millones de euros invertidos en el pago a proveedores y con el resto de las ayudas, hasta superar los 100.000 millones de euros en total, orientadas a rescatar a comunidades autónomas y ayuntamientos y que tendrán algún tipo de continuidad durante este año. De estos estímulos dependerá, en parte, la reactivación económica y las facilidades de España para el pago de una deuda que escala hasta el 95% del PIB.

Hace pocas semanas, Goldman Sachs, la firma en la que trabajó el responsable de mercados del Tesoro estadounidense, pidió públicamente perdón por sus erráticas previsiones sobre la economía española al tiempo que reconoció los frutos conseguidos por los ajustes en ingresos y gastos y su contribución a evitar el rescate. GS preveía una estabilización de la actividad de la zona euro para mediados del año pasado, seguida de una débil y frágil recuperación económica de la que dejaba a España al margen, víctima de un hipotético rescate para el que, incluso, puso fecha. Con posterioridad, ha elogiado las reformas del Gobierno y la voluntad demostrada para aplicarlas sin la  condicionalidad de un programa de ayudas, al margen del memorándum derivado del rescate financiero por importe superior a los 40.000 millones de euros.

Los objetivos de déficit y los estímulos económicos a través del FLA y el pago a proveedores, en las conversaciones del Tesoro americano con Hacienda

Las antenas desplegadas por el Tesoro estadounidense para medir el grado de recuperación de la economía española se suman a las que hasta ahora ha instalado la troika para verificar, precisamente, el cumplimiento por el Gobierno de Mariano Rajoy de las reformas adosadas a las ayudas recibidas por la banca. En diciembre pasado, los ‘hombres de negro’ certificaron una salida limpia de este rescate, aunque en los contactos que mantuvieron con el equipo económico dejaron ver su preocupación por la posibilidad de que el largo ciclo electoral que ahora arranca, con tres llamamientos consecutivos a las urnas en solo 18 meses, merme la flexibilización de la economía española.

El Gobierno ha trasladado el mensaje de que cumplirá con los objetivos de déficit y no detendrá las reformas

El mensaje trasladado por el Gobierno tanto a los representantes de la troika como del Tesoro americano ha sido muy parecido: se van a cumplir los objetivos de déficit comprometidos con Bruselas, el plan de reformas no se detendrá y la salida de la crisis, después del duro ajuste hecho en solo dos años y del que todavía está pendiente hasta 2016, no seguirá las mismas pautas que en el pasado debido a las ventajas que reporta disponer de una renta per cápita que dobla la de mediados de los noventa y una inversión de las empresas españolas en el exterior que ronda el 45% del PIB

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