El proceso de 'remunicipalización' de servicios públicos que se ha iniciado con algunos de los ayuntamientos dirigidos por Podemos e Izquierda Unida se encuentra con la contestación intelectual de un grupo de abogados y economistas que, mediante la publicación del libro '¿Ciudades sin futuro?' y de otro tipo de acciones, pretenden advertir de los riesgos de iniciar un proceso de toma de competencias por parte de los ayuntamientos, un fenómeno que ya se está dando en muchas ciudades relevantes como Madrid, Barcelona, Cádiz o Valladolid, en este caso con gobierno del PSOE.
Jesús Sánchez Lambás es uno de los participantes, junto al economista Ramón Tamames o al exministro socialista Valeriano Gómez. "Tenemos una preocupación por el espacio público. La eliminación de la competencia de las empresas, el que las entidades públicas, además de ser los dueños y reguladores de los bienes públicos, son quienes presten los servicios públicos y se vigilen a sí mismos, es una perversión", asegura en una entrevista con este diario.
"Normalmente se contratan varias empresas para hacer el servicio que antes hacían menos"
Lambás reconoce que ha habido corrupción en el entorno público, irregularidades que han servido para espolear los movimientos contrarios que se están viviendo en ciudades como Madrid, Barcelona, Valladolid o Zaragoza. Sin embargo, reaccionar sin analizar bien las consecuencias no augura solucionar la corrupción, mantiene.
Además, en muchas ocasiones, asegura, la remunicipalización no es tal porque la administración se da cuenta de que no puede gestionar los servicios y vuelve a encargárselos a empresas, pero de forma troceada: "Cuando el ayuntamiento decide que no prorroga por ejemplo el concurso de la concesión de un ciclo integral del agua, no es que se ponga a manejar las llaves del sistema informático, contrata a varias empresas, 10, 20 las que sean y lo hace en esos contratos pequeños".
Este ha sido el caso por ejemplo de París con la gestión del agua: "Fue privada, era de Suez, se hizo pública, se municipalizó el servicio, el ayuntamiento fue incapaz de gestionarlo y empezó a fragmentarlo y a ponerlo en manos del sector privado y hoy ya está otra vez planteándose la privatización".
"En París se municipalizó el agua, luego se fragmentó a empresas y ahora se quiere privatizar"
Si se intentan subrogar los empleados de las empresas privadas, puede ocurrir otro de los problemas, que es que "ellos hacen funcionarios por la vía de atrás sin parar por procedimientos de igualdad, mérito y capacidad. Sino que toda esa plantilla que está ahí, que no sé cómo la contrató la empresa, se hacen funcionarios. Aunque eso ya se ha prohibido, pero creo que a la gente joven, a los que trabajan por tener un puesto en la administración pública mediante oposición, no les hará mucha gracia". Y también puede ocurrir que los propios trabajadores pasen a tener condiciones peores tras pasar a depender de la administración pública, asegura el jurista.
¿Qué pasará en nuestras ciudades?
Ante la pregunta de qué pasará en cinco años con este proceso de remunicipalización impulsado por ayuntamientos 'del cambio', las previsiones de Lambás son que "van a tener problemas con la Comisión Europea, con los organismos de competencia por sus sistemas de contratación, también van a tener problemas con los tribunales de justicia porque van a tener problemas con las empresas a las que les han quitado de forma arbitraria las concesiones, tendrán problemas severísimos los trabajadores que sean incorporados a la función pública. Esa es la situación a la que van los trabajadores de esas empresas. Pero esperemos que en 2 años estos procesos de remunicipalización vuelvan a revertirse".
"Lo que tenemos ahora por delante es un sarampión", asegura.