Los precios negativos en el mercado mayorista de la electricidad han abierto telediarios y ocupado grandes portadas en los medios generalistas. “Estamos viviendo un aviso”, matiza Francisco Ruiz Jiménez, experto en energía y exdirectivo durante más de 6 años en Red Eléctrica. Para él esta situación es una oportunidad para que los gobiernos entiendan que ningún mercado funciona con coste marginal cero y, si no se buscan soluciones inmediatas, esto puede ir a más.
“Lo que está sucediendo es coyuntural”, asegura Francisco Ruiz Jiménez. “La eólica y la fotovoltaica se han juntado en el mercado con la hidráulica fluyente, que tiene que verter sí o sí porque no tiene capacidad de almacenamiento. Todas son tecnologías de coste marginal cero que no han permitido que ciclos combinados de gas, la nuclear o la propia hidráulica aprovechen el coste de oportunidad”, añade.
Cuando se acabe el deshielo y se acaben las lluvias, el exdirectivo de Red Eléctrica espera que los precios se recuperen para que por lo menos los desarrolladores de fotovoltaica cuenten con precios que se acerquen a los 60 euros megavatio hora, un nivel que permite estos desarrollos sean rentables.
“Es peligroso que el consumidor celebre este desplome de precios porque hoy pagarán poco pero esta situación corre el riesgo de reproducirse durante la mitad del año si no se consiguen soluciones y espantará a los productores de electricidad. ¿Qué opinarán cuando no haya gente que quiera invertir en proyectos?”, explica Ruiz Jiménez.
Un plan basado en mucha eólica y solar
Como asegura, los inversores del sector energético buscan una rentabilidad razonable para sus proyectos y no tener incertidumbre. Algo que no ha logrado el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima del Gobierno, que no ha logrado cumplir con sus objetivos y sigue aumentando su ambición en el desarrollo de proyectos.
“Se necesita almacenamiento, redes y no concentrar la estrategia en instalar muchas plantas eólicas y fotovoltaicas”, asegura. “Los países más verdes del mundo no son los que tienen más renovables, de hecho, alguno de los países con más renovables como Alemania tienen el sistema eléctrico más contaminante. Los países más verdes tienen energía nuclear e hidráulica”, recuerda el experto.
En España se ha instalado generación hasta un punto que sobra. La demanda está en el entorno de 35.000 megavatios de potencia punta, el máximo histórico fue en 2007 con una punta máxima de 45.450 MW, y el país tiene una potencia instalada de 125.000 MW. “Tenemos tres veces la punta histórica que no se ha vuelto a producir en la vida, es que hemos metido mucho dinero en generación, ese desequilibrio es culpa de gran capacidad de generación, sin gran industria electrointensiva, el autoconsumo subiendo, con mucho desarrollo en medidas de eficiencia de consumo y sin capacidad de exportación”, aclara.
El exdirectivo de Red Eléctrica no espera que haya un gran llegada de industria convencional ni a medio ni a largo plazo. Por lo tanto, considera que es clave que se atienda a nuevos grandes consumidores de electricidad como son los centros de datos que necesitan que se le facilite conectarse a la red y que encuentren precios de la electricidad estables.
Una transición energética “no natural”
Francisco Ruiz Jiménez defiende que esta transición energética no es natural porque “pasamos de un modelo de mayor a menor densidad energética” y se necesita forzar esta senda con prohibiciones del regulador y subvenciones públicas. “La iniciativa empresarial desaparece porque depende de que el ‘papá Estado’ le diga por dónde tiene que ir”, puntualiza.
Un punto que es interesante para este planteamiento es la recuperación de la Comisión Nacional de la Energía, que abre la puerta a implicarse en el sector ante unas necesidades crecientes. “A nivel teórico tiene sentido, el problema es ver si se desarrolla en la práctica”, aclara. Un organismo que busca dar visibilidad al despliegue de redes que ayuden a esta descarbonización o a impulsar tecnologías como el hidrógeno, donde ya se mueven grandes inversiones.
"El hidrógeno todavía no se sabe si vamos a utilizarlo como vector o como combustible. Tampoco está claro si vamos a transportar el hidrógeno o la electricidad para que se produzca. Es un tecnología que a través de la inversión se irá mejorando pero ahora existen grandes incertidumbres", comenta Francisco Ruiz Jiménez.
“La descarbonización en España no viene de las renovables, viene de la sustitución del carbón por el gas”, explica Ruiz Jimenez . “Si eso se hubiera producido cuando se tendría que haber producido que era 2004 se hubiera cerrado el carbón mucho antes, pero en aquel momento había otros intereses particulares por parte del Gobierno”, afirma
Despotismo energético
Una descarbonización de la economía en la que el experto cree que no se ha contado con el ciudadano. “Hay despotismo energético”, denuncia. “A la población se le ha excluido de esta transición porque se le esconden las decisiones. Por ejemplo, si a la gente le hubiéramos explicado lo que costaron, y lo que siguen costando, las renovables en la legislatura de Zapatero igual no se habría llegado a la burbuja que se formó o si se dejara de decir que las nucleares matan, cuando es una tecnología muy segura y que no emite CO2, pues igual pensarían otra cosa”, comenta.
Un caso muy ilustrativo es lo que se está viviendo con los agricultores. “Se les podría integrar en la transición energética de este país con el biometano. Pero, por otro lado, se ha decidido apostar todo a la eólica y la fotovoltaica, que no tengo nada en contra, pero no son las únicas soluciones para descarbonizar la economía”, concluye el experto.