La gasolina 95 cerró junio en 1,60 euros el litro. El diésel se vendía entonces a 1,40 euros el litro. Tres meses después, el precio medio del primero está en 1,75 euros y, en el caso del segundo, el litro se oferta de media en 1,69 euros. Un período marcado de nuevo por la volatilidad del mercado. Un incremento que se refleja en los primeros datos trimestrales de Repsol, que ha disparado en un 110% el margen que le saca a cada barril en sus refinerías de España.
Según su información provisional correspondiente al tercer trimestre de 2023 comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la petrolera ha pasado de contar con un margen de 6,4 dólares por barril en junio a los 13,5 dólares con los que ha acabado en septiembre su margen de refino en España, un aumento del 110,9% entre el segundo y el tercer trimestre.
Si se compara con septiembre de 2022, el aumento de este margen se limita a un 6,3%. El período se desestabiliza por el estrangulamiento de la oferta de crudo por parte de Arabia Saudí y de carburantes por parte de Rusia ha disparado los precios en el mercado internacional.
Repsol logra estas diferencia como líder de refino en España, un país que ha logrado ser más independiente del producto refinado de Rusia a diferencia que el resto de Europa. Un escenario al que llega por la estrategia seguida en la última década. Mientras que la Unión Europea ha perdido el 10% de su capacidad de refino desde 2009, España ha incrementado su capacidad un 16% desde el mismo período, con una inversión de más de 7.000 millones de euros en esta industria.
Las cinco refinerías de Repsol (Bilbao-Petronor, Cartagena, La Coruña, Puertollano y Tarragona), las dos de Cepsa (Algeciras y Huelva) y la planta de Castellón de British Petroleum (BP). Como informaba en el pasado verano Vozpópuli, el despliegue de inversiones en España ha permitido una mayor adaptación al petróleo de diferentes orígenes en la crisis con Rusia.
Ocho de sus nueve refinerías están ubicadas en la costa y son fácilmente abastecidas por barco. El estrés del negocio del refino se ha sentido este verano al igual que en 2022, cuando el Gobierno adoptó las ayudas a los derivados del petróleo. El gasóleo cerró el mes de agosto un 12% más caro que en junio y la gasolina 95 cerró la temporada de grandes desplazamientos con un crecimiento de su precio del 7%.
Misma producción
El crecimiento del margen de refino de Repsol se logra con una producción petrolera similar. La energética produjo entre marzo y junio un total de 596.000 barriles equivalentes de petróleo, mientras que en el tercer trimestre esta cifra se situó en 595.000. Un 0,2% menos que incrementa en un 8,4% lo registrado hace un año.
Unas cifras provisionales, ya que Repsol publicará los resultados del grupo correspondientes al tercer trimestre de 2023 el próximo 26 de octubre de 2023. La subida media del precio del petróleo ha sido del 11%, de 78,1 a 86,7 dólares el barril el Brent y de 73,6 a 82,2 dólares el barril de West Texas Intermediate.
Repsol lanzó nuevos descuentos
El incremento de los precios activó de nuevo la estrategia comercial de Repsol el pasado 6 de septiembre. La petrolera española decidió duplicar los descuentos en sus gasolineras que puso en marcha en abril. Sus clientes de Waylet, su aplicación móvil, optan a rebajas de hasta 40 céntimos de euro por litro de combustible y hasta un 100% del importe en recargas eléctricas en las estaciones de servicio de la compañía.
Un nivel de descuentos que depende de nuevo de las energías que tengan contratadas con Repsol y que, de momento, está disponible hasta el próximo 15 de octubre.
