La subida de precios en los restaurantes ha sido progresiva durante el verano. Aunque su aumento se está produciendo a un ritmo menor que el IPC general, los datos que recoge el INE evidencian que salir a comer o cenar fuera es cada vez más caro.
En concreto, los restaurantes comenzaron el verano subiendo sus precios un 5,5% en junio, seis décimas más que el mes anterior, para después modificar al alza sus cartas tanto en julio como en agosto, los meses más relevantes en cuanto a recepción de turistas.
Como recoge el INE, estos establecimientos subieron los precios un 6,1% en julio respecto al año anterior. En agosto, la subida fue del 6,3%, lo que refleja que la temporada alta y el incremento de demanda en hostelería también se ha traducido en un encarecimiento de los productos.
Ante esta subida de precios, que está afectando a la economía general, los restaurantes ya están notando de hecho una “contención del gasto” por parte de los clientes, que se refleja tanto en la disminución del ticket medio –lo que gastan en cada visita- como en la reducción de los momentos en los que salen a comer fuera de casa.
"Hay dos maneras de disminuir este ticket: Una es la reducción de los momentos de consumo, que estamos empezando a detectar, y otra es que se consume menos", apuntaban fuentes de Hostelería de España consultadas por Vozpópuli. "Si antes uno se tomaba un plato, ahora se comparte... o hay un entrante menos... la gente no quiere dejar de salir, pero sí que hay una contención del gasto", aseguran. El ocio, en general, y el 'lujo' de salir fuera es lo primero que se recorta en las familias cuando hay necesidad de ahorrar.
Para los expertos de The NPD Group, en los próximos meses los consumidores van a seguir aplicando estas "medidas de ajuste", como puede ser buscar establecimientos más baratos, tratar de localizar ofertas o, en lugar de pedir un entrante y un plato principal, eliminar uno de ellos.
Como explicaba a este periódico la directora de Foodservice de NPD, Edurne Uranga el objetivo es que "su gasto no se dispare tanto como lo están haciendo los precios". Su previsión es que ·estas medidas de ajuste que ya ha empezado a aplicar en algunos momentos en verano, las recrudezcan en otoño y final de año".
Los restaurantes asumen que perderán ventas
En esta línea, y de cara al otoño, los empresarios hosteleros ya prevén ver caer sus ventas, tras un verano en el que sí que han recuperado la facturación previa a la pandemia. No obstante, según la patronal, en los próximos meses las ventas de los bares y restaurantes españoles podrían caer hasta un 10% respecto al mismo periodo de 2019.
"Estamos hablando de ventas, pero la rentabilidad va a ser todavía peor, porque los costes siguen creciendo. Va a ser un otoño complicado", explican fuentes de la patronal, que insisten en que el aumento de ventas del verano "no nos está sirviendo para hacer crecer los márgenes, porque nuestros costes se han disparado".
A cierre de agosto, y tras varios meses superando las cifras prepandemia, el sector turístico vuelve a emplear a menos trabajadores que entonces. En concreto, agosto cerró con 2,62 millones de afiliados a la Seguridad Social en el sector turístico, que engloba la hostelería (servicios de comidas y bebidas, y servicios de alojamiento) y a otras actividades turísticas (agencias de viajes y operadores turísticos); son unas 2.000 personas menos que en el mismo mes de 2019. Agosto es el primer mes en el que el empleo del sector turístico se sitúa por debajo de los niveles de 2019, después de cuatro meses consecutivos superando la cifra de afiliados en esta comparativa.
En comparación con el mes de julio, cuando la afiliación se situó en 2,7 millones, la caída del empleo en el turismo es evidente: entre agosto y julio se destruyeron 78.315 empleos.