El expresidente de Bankia Rodrigo Rato ha querido este viernes dar explicaciones sobre el informe de los peritos del Banco de España que concluye que la entidad salió a Bolsa en 2011 con sus cuentas maquilladas. En el programa radiofónico de Carlos Herrera en Onda Cero, el antiguo ministro de Economía con José María Aznar ha apuntado al Banco de España y al que fuera máximo mandatario del organismo regulador entre 2006 y 2012, Miguel Ángel Fernández Ordoñez, por autorizar la salida a Bolsa de la entidad a mediados del año 2011, y por permitir las irregularidades recogidas por los peritos.
“No había ninguna intención de engañar y no había ninguna posibilidad de engañar”, ha asegurado Rato, que ha añadido que los entonces gestores de Bankia estaban permanentemente “controlados” por el Banco de España, que avaló en aquel momento la entrada de Bankia en el Ibex: “No estábamos actuando en solitario”, ha insistido, explicando que el regulador les envió una carta en la que detallaba partida por partida cuáles eran las pérdidas previsibles y las provisiones a las que tenían que hacer frente en diciembre de 2010. La misiva iba firmada por el director general de Inspección, que ya en su declaración judicial dijo que las cuentas eran coherentes.
"Deloitte tendrá que defender su trabajo, pero me parece muy atrevido dudar de quien lleva años auditando a Caja Madrid y a Bankia, ya que era plenamente consciente de lo que había"
Preguntado por esa acusación de haber engordado las cifras de sociedades y empresas para llegar al mínimo requerido para salir a bolsa, Rato ha defendido que la mejor prueba de lo contrario era lo que sucedió con la cotización al día siguiente. "Si hubiésemos hecho una operación de engorde la acción no se habría mantenido. Es sorprendente que estos señores -por los técnicos del BdE- no tengan en cuenta que estábamos en un mercado abierto. Esto no fue una conspiración: salimos en circunstancias muy difíciles, teníamos que provisionar muchos recursos, pero no todo lo que se provisiona son pérdidas, ya que hay mucho que después se convierte en beneficios", ha dicho recordando que en 2012 la deuda pública tenía unos tipos de interés del 5% y 6% pero que luego ha tenido otro valor. "Estas cosas suceden, hay veces que te toca el mal momento pero este informe es muy discutible", ha añadido.
El expresidente de Caja Madrid ha roto una lanza a favor de la auditora Deloitte "pese a las diferencias" que han mantenido, pero ha recordado que lleva años auditando Caja Madrid y Bancaja por lo que era plenamente consciente de lo que había. "Ellos tendrán que defender su trabajo pero me parece que tener año tras año a la auditora presentando esos informes y alegar que eso es un error, me parece muy discutible. Repito que no había ninguna intención de engañar, y además, es que no hubo ninguna posibilidad de hacerlo", ha reiterado.
Las tarjetas no son 'black'
"De negro nada, es un término que no es nada exacto, puesto que es una tarjeta nominativa. Hasta donde yo sé, empiezan en el año 1994 por lo menos, eran entregadas por las personas más relevantes de la entidad y estaban en el circuito normal, contratadas con Visa. Es verdad que estaban para gastos particulares, y en mi caso yo entendía que era parte de mi salario. Ahora conocemos que la Agencia Tributaria inspecciona esas tarjetas, pero en el año largo que presidí Caja Madrid no recibí ninguna notificación de que teníamos ningún problema en la declaración de las mismas", ha señalado Rato sobre las llamadas tarjetas black.
Rato defiende que firmó contrato con Lazard en 2007 cuando ni siquiera sabía que acabaría entrando en Caja Madrid, por lo que su posición no era incompatible
Sobre su posición en el Banco Lazard y la importancia de éste en la salida a bolsa de la entidad que presidía, el exministro ha explicado también que no es incompatible su contrato con el primero con su presidencia de Caja Madrid. "Mi retribución estaba ligada a mi contrato, firmado en diciembre de 2007 y con el finiquito en enero de 2010. Yo tenía confianza en ellos, creía que nos iban a dar un buen servicio y nos lo dieron, ya que nos relacionaba con los colocadores, pero mi remuneración estaba fijada en un contrato de 2007 cuando yo ni sabía que iba a entrar en Caja Madrid", ha dicho contestando a las dudas sobre el sueldo que recibió de Lazard.
Rato ha comentado que el siguiente paso será la comparecencia de los peritos en el juzgado para que puedan ser preguntados por el informe, ya que "aquí no ha habido ningún engaño y las circunstancias lo hacían imposible, ya que estábamos cada semana en contacto con el regulador".
El expresidente de Caja Madrid se enfrenta a hasta seis años de cárcel por su gestión al frente de Bankia, al haber presentado datos erróneos en los folletos de salida a Bolsa en 2011. Además, la entidad ahora nacionalizada podría verse obligada a devolver, al final del proceso judicial, los poco más de 3.000 millones que captó en el parqué.