"Es penoso que se haya perdido todo sin transparencia, sin justiprecio, fue un atropello tan flagrante". Con estas palabras, Ángel Ron, presidente de Banco Popular, ha cargado contra lo que ocurrió en el banco tras su salida en febrero de 2017, cuatro meses antes de la resolución y venta a Santander.
"Esto merece una investigación, que se depuren responsabilidades y que se repare a los accionistas", señala. "Había un interés en controlar el banco a bajo precio, y quedarse el botín patrimonial de 11.000 millones.
Ron ha acudido a la comparecencia escoltado por tres abogados del bufete que le representa en la Audiencia Nacional, Choclán Abogados.
Ron es uno de los últimos comparecientes de la Comisión de Investigación del Congreso. Este mismo jueves acude su sucesor al frente de Banco Popular, Emilio Saracho, y la próxima semana lo hará el actual presidente y vicepresidente de Santander, Rodrigo Echenique. La Comisión concluirá en septiembre con la visita de los consejeros delegados de los principales bancos.