La gestora del Santander cerró el mes de febrero con suscripciones netas de 120 millones de euros tras 10 meses de salidas de capital, gracias a la apuesta por la renta variable, la unificación de algunas estrategias mixtas y la creación de los nuevos productos ultraconservadores.
En renta variable todo el peso lo lleva su gestora estrella, Lola Solana, ya que sus fondos son los más comercializados dentro de esta categoría. De hecho, el Small Caps y los tres fondos con criterio sostenible son la piedra angular de la estrategia de la gestora, según fuentes del Santander consultadas por Vozpopuli. La gama 'verde' ya gestiona 800 millones de euros y aún no tienen un año de vida.
En octubre del pasado año también se lanzó el primer fondo de igualdad de género en España: el Santander Equality Accioness, que también lidera Solana.
En mixtos, la gestora ha fusionado el Tándem 0-30 con el Mi Fondo Moderado con el fin de hacer más "eficiente y simple la oferta" de productos.
Para los inversores más conservadores se ha lanzado la gama Cumbre, fondos de rentabilidad objetivo (Cumbre 1 en octubre, Cumbre 2 en noviembre, Cumbre 3 en diciembre y Cumbre 4 en enero), que ha captado unos 1.200 millones.
Santander Asset Management sufrió en 2018 las mayores salidas de dinero en el mercado de fondos español. La caída del patrimonio comenzó con el repunte de la volatilidad en el mercado de renta variable y se agravó en el segundo semestre, siguiendo la tendencia del mercado mundial.
No obstante, la caída en España sigue la tendencia del grupo a nivel global, que perdió 7.525 millones de euros en 2018. Esto supone un descuento de su patrimonio total de un 4,5% respecto a 2017, cuando este capital ascendía a 165.413 millones de euros, según datos extraídos del informe financiero de la entidad.
El primer anuncio del año
En España, el Santander comenzó el año apostando muy fuerte por la renta variable y su gestora estrella, Lola Solana. De hecho, la entidad se encargó de mostrar al mundo las virtudes de su fondo 'Small Caps' en uno de los primeros anuncios del año. Un éxito a nivel de marketing que les llevó al estrellato. Ahora, el Santander puede presumir de gestionar el fondo de pequeñas empresas más grande del país, con más de 1.000 millones de euros en activos bajo gestión.
El éxito fue tal, que a Lola Solana se le encomendó la puesta en marcha de tres nuevos productos de renta variable pero con criterios ISR, es decir, fondos que inviertan sólo en compañías éticas. Además de estos tres, se le sumó otro: el fondo que sólo invierte en empresas que respeten la igualdad de genero. Un producto que fue aplaudido por Ana Botín de manera pública en su Twitter y que se creó meses después de que ella misma lanzara un alegato a favor del feminismo.
Esta estrategia les fue muy bien durante el primer trimestre del año. De hecho, era la renta variable lo que tiraba de la gestora del Santander. Pero todo se vino abajo cuando los mercados comenzaron a tambalearse. Se instaló la volatilidad y las bolsas de todo el mundo comenzaron a caer. Con ellas, las rentabilidades y seguidamente, el dinero de los partícipes.
Más tarde, con la crisis de Italia, los fondos de renta fija a corto y medio plazo también comenzaron a sufrir reembolsos. La tormenta ya estaba en marcha y Santander no tuvo capacidad de reacción. Al final del curso decidió lanzar una nueva estrategia de fondos muy conservadores. En total fueron siete los productos que se sacaron para intentar frenar la salida de capital, pero les fue imposible. En los datos de Inverco de cierre de enero, la gestora sigue arrojando salidas de capital, al igual que el resto de sus competidores.