El Santander ultima con dos de las mayores aseguradoras españolas la fórmula que aplicará para externalizar sus fondos de pensiones. Desde que la entidad cerrase el acuerdo con los sindicatos, hace poco más de un mes, el banco presidido con Emilio Botín negocia con Mapfre y Generali Seguros qué tipo de producto ofrecerá a los 4.200 trabajadores afectados por la medida, según aseguran fuentes del sector.
La solución definitiva aún no está definida. Las negociaciones han desestimado transformar el complemento de pensión interno en un fondo de pensiones. Las opciones se centran en una póliza de seguro de vida o un plan de previsión asegurados (PPA). La comercialización de este último producto está siendo creciente en los últimos tiempos entre las entidades financieras.
En el PPA, la prestación que se recibe en el momento de la jubilación es el capital garantizado más otro adicional procedente de la Participación en Beneficios a que tiene derecho esta póliza. Para ello, se aplica un interés técnico que se mantiene constante durante toda la duración del seguro. La prima es periódica, de pago anual, aunque es posible fraccionar el pago en recibos mensuales, trimestrales o semestrales, según las necesidades del cliente. En caso de pago fraccionado se aplicarán los recargos establecidos por la compañía (1,50%, 1,25% y 1%, respectivamente). Cada anualidad, la prima se revaloriza en un porcentaje (entre un 3 y 5%) de forma acumulativa.
Santander transferirá algo más de 300 millones, que actualmente tiene dotado en su balance, correspondientes al complemento de pensión interno de los 4.200 trabajadores en activo de la entidad con una antigüedad superior al 8 de marzo de 1980. Esa parte de la plantilla de la entidad cántabra es la única de todo el sector financiero español que aún contaba con un fondo de pensión interno.
Una vez que se haya realizado el reparto individual, cada trabajador afectado comenzará a recibir, a partir del próximo ejercicio, una aportación anual al nuevo producto que gestionarán Mapfre y Generali, como se estipuló para el resto de la plantilla en el convenio firmado en 2006. Ese año, el grueso de la plantilla del grupo, que no contaba con esta aportación interna, adquirió el derecho de este plan de pensiones. Las aportaciones mínimas anuales son actualmente de 640 euros por trabajador.
El Santander es la única entidad financiera en España que mantiene sus compromisos por pensiones como anotaciones contables en su balance. Ello es posible por la existencia de una excepción a la obligación de externalizar estos compromisos, que afecta al resto de las empresas españolas.
Mientras el Santander negocia con estos dos gigantes del seguro, Banesto aún no ha cerrado con los sindicatos el proceso que sí ha realizado su matriz hace poco más de un mes. Los sindicatos esperan haber cerrado la externalización de los fondos de pensiones de la filial del Santander antes de fin de este ejercicio. En un principio, el acuerdo debería haber afectado a los trabajadores del Santander y Banesto de forma conjunta. Sin embargo, poco antes de firmar el acuerdo, los responsables de recursos humanos de la entidad de Boadilla decidieron que Banesto realizase por separado su propio acuerdo.