No ha sonado el pistoletazo de salida y Santander ya ha salido corriendo.
El grupo presidido por Ana Botín comenzó ayer miércoles a ofrecer y firmar con sus clientes, pymes y autónomos, los primeros préstamos avalados por el ICO en la línea ICO Covid-10, dotados con un total de 20.000 millones de euros.
A pesar de que el sistema de avales del ICO todavía no está formalizado del todo, a la espera entre otros aspectos de que el Ministerio de Economía decida si reparte los 20.000 millones entre las entidades financieras atendiendo a su cuota de mercado o a demanda, Santander está firmando ya este tipo de préstamos.
Incluso Santander en su web, donde explica las condiciones de la nueva línea de avales del ICO, señala que está "pendiente que el Instituto de Crédito Oficial adopte las disposiciones necesarias para la puesta en marcha de forma efectiva de esta línea de avales".
Banco Popular lideró durante años el segmento de negocio de la concesión de préstamos avalados por el ICO en la banca española
Para adelantarse a la competencia, el grupo está aprovechando la maquinaria engrasada con la que contaba Popular, líder durante años en la concesión de préstamos ICO de la banca española, hasta su intervención en junio de 2018 y su inmediata adquisición por parte del primer banco español.
"Hoy [ayer miércoles] he firmado cuatro préstamos ICO por 0,35 millones", cuenta un empleado de la entidad dedicado estos días, como buena parte de la plantilla de Santander en España, a ofrecer los préstamos avalados por el Estado a sus clientes, con unas de las mejores condiciones ofrecidas en la historia del sector financiero español (garantía del ICO del 80% e interés del 1,5%). "En 24 o 48 horas los clientes tendrán su dinero", asegura.
"Hemos comenzado ya, nos hemos adelantado, lo teníamos todo listo, todo el sistema informático, con un equipo de auditoría que revisará que formalmente los préstamos están correctamente solicitados", comenta en referencia a los destinados a pymes y autónomos (10.000 millones, la otra mitad irá dirigida a grandes empresas). "La experiencia en este campo de Popular lo ha facilitado todo", señala.
"No se rechazan los préstamos por riesgo, se atiende a la calificación crediticia del cliente y se ofrecen", cuenta un empleado de Santander
Banco Popular lideró durante años el segmento del negocio de la gestión y concesión de préstamos avalados por el ICO. En 2017 el banco presidido entonces por Ángel Ron llegó a alcanzar una cuota en este mercado del 35%, desde el 12% que tenía en 2016, otorgando más de 20.000 préstamos de este tipo a sus clientes.
"La intención es poder dar el mayor número de estos préstamos a nuestros clientes", explican las fuentes consultadas en Santander. "No se rechazan las solicitudes por riesgo, se atiende al rating [a la calificación crediticia del cliente] solo se comprueba que estén bien formalizadas las solicitudes", añade. "La situación del cliente ya la conocemos, está todo informatizado, se rechazan los que contempla el sistema de avales del ICO, clientes morosos, en situación concursal...".
Aunque todavía no se ha formalizado el sistema de la nueva línea ICO Covid-19, según la información publicada por el organismo contarán con esas condiciones los préstamos y operaciones hayan sido formalizados o renovados a partir del 18 de marzo de 2020.
"Voy a reformar la cocina"
"Me ha llamado mi asesor del Santander", contaba ayer miércoles una clienta, autónoma, del banco español. "Me ha ofrecido un préstamo de 60.000 euros a un interés del 1,5%; le he dicho que sí, hace cuatro meses lo solicité y me cobraban un 4,5%", explicaba. "Voy a reformar mi cocina", añadía.
La finalidad de esta nueva línea de avales -de hasta 100.000 millones de euros- es la de "facilitar el mantenimiento del empleo y paliar los efectos económicos del COVID-19".
Según explica el ICO, tiene como objetivo "cubrir los nuevos préstamos y otras modalidades de financiación y las renovaciones concedidos por entidades financieras a empresas y autónomos para atender las necesidades de financiación".
Necesidades como pagos de salarios, facturas, necesidad de circulante, y "otras necesidades de liquidez, incluyendo las derivadas de vencimientos de obligaciones financieras o tributarias".