El sonido estéreo (por canales) lleva años entre nosotros. Es el más utilizado. La industria musical ha producido masivamente sus discos en este formato y por ello la reproducción es también de las más comunes en la actualidad. Se trata de la escucha a través de dos fuentes -dos altavoces, dos auriculares...-. Dentro del sistema estéreo también se integra la música en sistemas con varios canales o fuentes de sonido (2.1, 5.1, 7.1...).
El formato estéreo es el hegemónico en la actualidad. No hay quien le tosa. Sin embargo, Atmos, de Dolby, ha cambiado el concepto de escucha y comienza a abrirse paso. Sería el equivalente a que usted colocase en el salón de su casa la cantidad de altavoces que desease, en puntos diferentes y con instrumentos individuales por cada canal.
Esto es lo que se podría definir como escucha tridimensional. Si se baja la definición anterior al terreno, hay que acudir a la fuente de sonido, a los tejedores de canciones. A los técnicos de sonido. Este gremio está viendo cómo paulatinamente, aunque de forma tímida, son cada vez más los artistas que deciden grabar en Dolby Atmos, en tres dimensiones.
Visitar un estudio con esta tecnología es toda una experiencia. Hasta ahora los elementos visuales no tenían cabida en este tipo de instalaciones, pero el sonido 3D ha modificado este aspecto. Ahora los ingenieros trabajan sobre pantallas en las que se representa una habitación en la que hay suspendidos diferentes representaciones de altavoces alrededor de un tipo en una silla.
Con un ratón como el que muchos de ustedes están haciendo scroll para leer esta noticia, ellos pueden mover cada fuente de sonido alrededor de la persona, virtual, para alejar o acercar el sonido. Para elevar diferentes canales al techo o bajarlos al suelo. Es la combinación de esos sonidos -arriba abajo, más lejos, más cerca, más alto, más bajo, etcétera- la que configura una sensación de espacialidad inédita hasta la fecha. Hay sonidos que se aprecian cerca, otros lejos, unos más a la izquierda, otros más a la derecha, otros justo junto al oído...
"Se trata de una cuestión de evolución y calidad. Se pasó de sonido mono a estéreo, luego a multicanal y ahora llega el sonido inmersivo. Es evidente que la calidad y prestaciones son superiores a todo lo anterior. El estéreo se le queda pequeño y cada vez queremos un sonido con más calidad", explica Ricardo Viñas, ingeniero de sonido y consultor senior en Dolby y, como es lógico, 'parte interesada'.
El sonido Atmos, en los principales programas de grabación
Los programas más utilizados para la grabación de discos ya incorporan Atmos: Avid Pro Tools, Logic Pro, Abelton, Nuendo... La semilla ha sido plantada. Este sistema está ya muy extendido en los cines, instalaciones en las que es más sencillo jugar con grupos de altavoces que en el salón de casa. Quienes desean realizar las escuchas de música en este formato han de poseer sistemas de altavoces con este sistema integrado o auriculares binaurales.
Equipos de marcas como LG, Samsung, Panasonic, Philips, Lenovo, Sony, Apple o Huawei son compatibles con Atmos, así como proveedores musicales como Tidal, Apple Music o Amazon Music. Spotify, de momento, no ofrece contenidos en Atmos, pero será cuestión de tiempo que entre en el círculo. Si hablamos de bandas que ya graban en Atmos, la lista está compuesta, entre otros, por ColdPlay, Lady Gaga, John Williams, The Weekend, Pearl Jam o Elton John. Poco a poco se van sumando a esta lista artistas en español como Vetusta Morla o Sergio Vallín.
Aunque en el corto plazo no parece que el sonido estéreo vaya a desaparecer por completo -ni lo hará nunca totalmente-, lo cierto es que Atmos se postula como firme candidato para ser su sustituto en el largo plazo. Detrás de esta aseveración se encuentra el crecimiento en el interés de un número cada vez más creciente de artistas por ofrecer su obra en este formato, además de la integración de la tecnología Atmos en cada vez más marcas.