El Gobierno ha pactado con el PSOE la mayor subida en treinta años del Salario Mínimo Interprofesional (SMI): un 8% para 2017, con lo que se situará en 707,6 euros. De aquí a 2020, la voluntad del Ejecutivo es que el SMI se fije mediante el diálogo social entre la patronal y los sindicatos con carácter vinculante antes del 15 de noviembre de cada año.
El secretario de Estado de Empleo, Juan Pablo Riesgo, ha anunciado que este incremento supone una subida del 0,6 % en la masa salarial global de la economía española, lo que se traduce en 70 millones de euros adicionales para las arcas de la Seguridad Social. En los próximos años, en caso de que patronal y sindicatos no cierren una cifra antes del 15 de noviembre, el Gobierno tomará la decisión en aplicación del artículo 27 del Estatuto de los Trabajadores.
El SMI fija por ley el sueldo mínimo bruto que debe recibir un empleado en catorce pagas, sin importar su sexo, edad o condición laboral. En caso de contratos a tiempo parcial se percibe la prorrata que corresponda a la jornada establecida. En esta cantidad se computa solamente la retribución en dinero y se refiere exclusivamente a la jornada legal de trabajo (máximo 40 horas semanales), sin incluir la parte proporcional de domingos y festivos.
223.000 afectados
Según las estimaciones del Gobierno, el incremento pactado para 2017 elevará a 223.000 los trabajadores directamente afectados por el SMI. "Para las personas que cobran SMI el incremento será una importante mejora, pero que no tendrá impacto en la competitividad", ha explicado el secretario de Estado de Empleo.
La cuantía del SMI la fija el Ejecutivo, tras consultar con los sindicatos y organizaciones empresariales, tomando en cuenta el índice de precios al consumo (IPC), la productividad media nacional y la coyuntura económica, entre otros. Tanto UGT como CCOO reconocen el avance que supone, pero creen que es insuficiente, pues aspiran a elevarlo hasta los 1.000 euros. Además, consideran el pacto entre socialistas y populares una intromisión al diálogo social y una burla al Parlamento, informa Terésa Lázaro.
El SMI se implantó en 1963 y estuvo congelado durante tres años. Desde 1967 se ha ido actualizando de manera anual, salvo entre los años 1976 y 1979, en los que se subió dos veces al año tras una fuerte escalada de la inflación. A partir de 1980 se decretó su revisión anual, previa negociación entre sindicatos y patronal. El Gobierno fija la cuantía para el siguiente ejercicio en la última reunión del Consejo de Ministros de cada año. Según datos de Eurostat, el SMI fluctúa en los 28 países de la Unión Europea entre los 1.923 euros mensuales de Luxemburgo y los 215 euros de Bulgaria.