La polémica está servida en el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN). La Asociación de Técnicos de Seguridad Nuclear y Protección Radiológica (Astecsn) emitió un comunicado en el que llegó a acusar al organismo supervisor de malversas recursos públicos en la elaboración del informe que establecía las condiciones necesarias para que la central de Santa María de Garoña volviera a la actividad.
La asociación, que se ha mostrado notablemente crítica con el CSN en numerosas ocasiones, denuncia que el mismo día que el organismo dio su visto bueno a la reapertura de Garoña, "conocíamos noticias que indicaban que las propietarias de Garoña no iban a reabrir la planta nuclear". Una circunstancia que lleva a este colectivo a concluir que el CSN fue utilizado "para fines no declarados".
Fines que sustancian en un proceso para prolongar la vida del resto de centrales nucleares. Para argumentar esta cuestión, el comunicado de la Astecsn asegura que el día anterior a la aprobación del informe, el CSN remitió cartas al Ministerio de Energía, una por cada central nuclear, para proponer la modificación de las autorizaciones de explotación vigentes hasta ahora.
"Tras 30.000 horas de trabajo presuroso del Cuerpo Técnico, dedicadas a evaluaciones de informes e inspecciones a una instalación de la que se sospechaba que no había intención alguna de reabrir, el resultado puede ser que se hayan malversado recursos públicos, detrayéndolos de otras actividades de supervisión necesarias", indica el comunicado, que culpa de esta circunstancia al hecho de "no haberse acometido a otros niveles el necesario debate político, ajeno al CSN, sobre el futuro de la energía nuclear en nuestro país".
Continúa la guerra
Cabe recordar que, por el momento, Nuclenor (participada al 50% por Endesa e Iberdrola), la compañía que posee la licencia para operar la central de Garoña, no se ha pronunciado sobre si decidirá finalmente reabrir la instalación. En primer lugar, debe esperar a que el Gobierno decida si autoriza la medida, tras elevar las consultas oportunas con el informe del CSN en la mano.
No es la primera vez que esta asociación protagoniza un choque con el organismo supervisor. De hecho, la asociación fue protagonista indirecta de la comparecencia en la Comisión de Industria del Congreso del presidente del CSN, Fernando Marti. En su exposición, Marti incluyó un documento firmado por unanimidad del pleno en el que respondía a las numerosas denuncias realizadas por parte de la Astecsn. En este escrito, que quedó incorporado al diario de sesiones, el pleno denuncia la existencia de una carta que en la que "se pretende desacreditar de manera grave, y a nuestro juicio injustificada, a este organismo regulador".
"El Pleno del CSN debe manifestar su honda preocupación por el contenido de una carta que, con descalificaciones profesionales, juicios de valor, y afirmaciones no basadas en evidencias, puede minar de manera grave la confianza de los ciudadanos y la sociedad en el organismo regulador", rezaba la comunicación.
En cualquier caso, parece que la batalla entre esta asociación de técnicos y el CSN tendrá continuidad y más tras el debate abierto por el informe sobre la reapertura de Garoña.