El movimiento de ficha de STC Group por el cual la compañía de Arabia ha pasado a ser el mayor accionista de Telefónica beneficia a José María Álvarez-Pallete frente a maniobras de BlackRock. El primer ejecutivo está cuestionado por el fondo estadounidense si se atiende a las decisiones que ha tomado. En 2022 votó en contra de la remuneración de los directivos del operador español, mientras el pasado mes de marzo abrió las únicas posiciones cortas en su capital.
Hasta la llegada de STC Group, BlackRock era la primera empresa por volumen de participaciones en Telefónica. Ahora la familia real saudí ocupa ese puesto, y no solo eso. Duplica el paquete de acciones de la norteamericana, con un porcentaje del 9,9%,. Tiene por tanto derecho a dos sillones en el consejo.
La geografía accionarial, según fuentes consultadas por Vozpópuli, deja claro que los intereses de STC Group, propiedad de la familia real de Arabia Saudí, son completamente contrarios a los de BlackRock, empresa de bandera norteamericana. La geopolítica está clara, más allá de que el primer ejecutivo de la multinacional española se encuentre en Arabia para arrimar a su sardina el ascua del nuevo primer accionista.
El vínculo entre Arabia y China se estrechó aún más hace solo unos meses. En el marco del Mobile World Congress celebrado en Barcelona el pasado mes de marzo, STC Group y Huawei firmaron un memorando para construir una asociación estratégica y cooperar en productos y soluciones
Vínculos entre las dictaduras de Arabia y China
STC Group ha confiado el tendido de infraestructuras de telecomunicaciones en el país a Huawei, compañía más que señalada por Estados Unidos y participada por la dictadura comunista. El país del dólar la acusa de espiar a través de sus dispositivos tanto a ciudadanos norteamericanos como del resto del mundo.
Es otra arista dentro del tablero geoestratégico que se ha de tener en cuenta, y que vuelve a enfrentar a occidente (EEUU) con oriente (China y Arabia Saudí) en el tablero empresarial.
El vínculo entre Arabia y China se estrechó aún más hace solo unos meses. En el marco del Mobile World Congress celebrado en Barcelona el pasado mes de marzo, STC Group y Huawei firmaron un memorando para construir una asociación estratégica y cooperar en productos y soluciones.
Ni Arabia Saudí ni EEUU van a permitir que la parte contraria tome decisiones que vayan menoscaben sus intereses, sea cual sea el escenario, incluidas las participaciones en empresas. Telefónica es la puerta de entrada de Arabia en Europa, pero al mismo tiempo el viejo continente es aliado de Estados Unidos, que mira de cerca lo que sucede en un sector tan sensible como el de las telecomunicaciones. En Telefónica son conscientes de todo ello y saben que la situación enfrenta de forma indirecta a STC Group con BlackRock.
BlackRock y el desinterés en Telefónica
BlackRock no mantiene una tensión accionarial regular de hace unos años en Telefónica. El fondo realizó la primera compra de títulos en Telefónica en 2010, pasó tres años adormecida y volvió a la carga en 2016. Desde entonces y hasta 2020 no ha habido un solo año en el que no realizara movimimientos de compra o venta de acciones de la compañía española.
En 30 de enero de ese año despertó del letargo y se decidió a mover ficha, pero para convertirse en el único accionista con posiciones cortas en el capital de la teleco.
STC no aclara si pedirá sitio en el consejo
En el comunicado en el STC informaba de la operación a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) reconocía que "STC Group no tiene la intención de adquirir el control o una participación mayoritaria en Telefónica", si bien no hacía ninguna referencia a la posibilidad de reclamar los consejeros que le corresponden, y con los que ejercería de forma evidente su poder accionarial. Todo, por tanto, está en el aire en este sentido.
STC Group es líder en Arabia Saudí (sería el equivalente a Telefónica en España) y trabaja las telecomunicaciones puras, pero también tiene una estrategia a largo plazo en innovación, ciberseguridad y operaciones de compra y adquisición, además de en otras áreas. Su base de clientes supera los 170 millones en 11 países de las regiones de Oriente Medio y Norte de África.
