El bloqueo de la Operación Pública de Adquisición (OPA) de la empresa húngara Magyar Vagon por la española Talgo ha sido el aleteo de una mariposa que se ha sentido en diferentes lugares del mundo. La compra, tasada en 609 millones de euros, era un pulmón para Talgo, con muchos pedidos de trenes comprometidos y otros tantos retrasados.
El músculo industrial de Magyar insuflaría más velocidad en la fabricación para cumplir con los contratos firmados. Era el aliado perfecto para la dirección y los accionistas del fabricante español, pero no para el Gobierno.
Una de las empresas que se ha visto especialmente afectada por la negativa del Ejecutivo de Pedro Sánchez a la operación, decisión basada en los posibles vínculos de la corporación con la Rusia de Putin, ha sido el principal operador ferroviario alemán, Deutsche Bahn (DB).
La situación en que queda Talgo tras el veto del Ejecutivo a la OPA es incierta. Así, la Federación de Industria, Construcción y Agro de UGT (UGT-FICA) ha pedido a la dirección de la compañía que apueste por el futuro de la corporación "sin esperar a que otros vengan a resolver los actuales problemas"
El homólogo de Renfe en Alemania hizo dos pedidos que suman un total de 79 trenes con los que quiere modernizar su flota, un plan que está en peligro tras abortarse la compra de Talgo por parte de Magyar Vagon.
Es algo que inquieta mucho al Gobierno germano, que ve cómo Deutsche Bahn perderá competitividad si se interrumpe el flujo de entregas. La inquietud es máxima toda vez que el pasado mes de junio Talgo anunció un primer retraso en la entrega del que es el mayor pedido de toda su historia: 56 trenes S106 alta velocidad -incluidos en las 79 unidade mencionadas anteriormente- con un precio de 1.400 millones de euros. Este diario se ha puesto en contacto con Deutsche Bahn, pero desde el operador ferroviario alemán han declinado hacer declaraciones.
Por otra parte, la situación en que queda Talgo tras el veto del Ejecutivo a la OPA es incierta. Así, la Federación de Industria, Construcción y Agro de UGT (UGT-FICA) ha pedido a la dirección de la compañía que apueste por el futuro de la corporación "sin esperar a que otros vengan a resolver los actuales problemas".
En un comunicado, ha mostrado su preocupación por la falta de planes de futuro que aseguren la viabilidad de la empresa y solucionen la falta de capacidad industrial "que viene arrastrando desde hace años".
El sindicato insiste, además, en conocer la estrategia que va seguir la compañía para conseguir nuevos pedidos "con las fábricas llenas y plazos de entrega inaceptables para los clientes".
Skoda, la otra novia, lanza un guante
Skoda Group, fabricante de trenes checo, se ha adjudicado un contrato en Bulgaria para llevar a cabo el suministro de hasta 25 trenes eléctricos por un importe total de más de 500 millones de euros, según ha informado en un comunicado.
La compañía se refuerza así en el continente europeo después de ofrecer a Talgo una combinación de negocios como alternativa a Magyar Vagon, una propuesta que la española rechazó hasta en dos ocasiones, pero que podría reconsiderar tras el veto del Gobierno a la OPA húngara.
El contrato básico cubre el suministro de 20 unidades eléctricas de cuatro coches basadas en el modelo RegioPanter, e incluye la prestación de un servicio completo de mantenimiento durante 15 años, incluyéndose en el contrato una opción para ampliarlo en cinco unidades adicionales.
"La obtención de este contrato confirma que nuestros productos pueden competir a nivel internacional y refuerza nuestra posición en la modernización del transporte ferroviario europeo. Bulgaria se une a la lista de países donde nuestros trenes mejoran la atracción y accesibilidad de los viajes en tren", ha defendido el consejero delegado y presidente de Skoda Group, Petr Novotny.
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Y la operación de fabricación y venta está financiada por la banca española, que tendrá que comerse las pérdidas si todo sale mal gracias a Sánchez, el lerdo que llegó a Presidente. Más inútil y no nace.