Las familias siguen manteniendo en el efectivo y los depósitos la parte más importante de la riqueza, con un 40% del total. No obstante, el pasado año se produjo un mayor repunte en el apartado de participaciones en el capital y fondos de inversión, que ha pasado de 768.949 millones en el tercer trimestre de 2016, a 827.276 en el mismo periodo de 2017. Esto supone un aumento de 58.327 millones de euros en un año.
Cabe destacar que en este último año el peso del efectivo y depósitos fue el que más cayó, un 1,1%, a pesar de ser la partida más importante, según las Cuentas Financieras de la economía española, publicadas este lunes por el Banco de España.
La riqueza financiera neta de los hogares se situó en los 1,33 billones de euros hasta septiembre de 2017. Esto supone mantenerse por encima de los niveles previos a la crisis económica ya que antes de que comenzara la recesión esta cifra rozaba el billón de euros.
Antes de descontar la deuda que poseen, dichos activos alcanzaron los 2,109 billones de euros, lo que supone un 2,8% más que hace un año, pero un 1,9% menos que en el segundo trimestre de 2017.
El Banco de España ha explicado que la subida se debió al resultado de una adquisición neta de activos financieros de 25.000 millones de euros durante los últimos cuatro trimestres y por unas revalorizaciones de 31.000 millones, fundamentalmente debidas al incremento de los precios en Bolsa.
Por otra parte, la deuda bruta de las sociedades no financieras y de los hogares e ISFLSH alcanzó los 1,840 billones en el mismo periodo, lo que supone un 159,9% del PIB, 8,5 puntos porcentuales por debajo de la ratio registrada en el mismo trimestre del año anterior.