El Tribunal Supremo ha puesto punto y final a la guerra entre Zeta Gestión de Medios (ZGM, perteneciente al Grupo Zeta, hoy perteneciente a Prensa Ibérica) y la Televisión de Galicia por un contrato de comercialización de publicidad. Tras más de una década de tira y afloja, el alto tribunal ha condenado a la Corporación Radio y Televisión de Galicia (heredera de Televisión de Galicia SA (TVG) y Radiotelevisión de Galicia SA (RTVG), codemandadas en su momento) a pagar 369.921 euros más los intereses legales (291.199,18 euros más intereses y 78.722,24 euros más los intereses devengados desde el vencimiento de cada una de las facturas, respectivamente). Al mismo tiempo, Zeta deberá abonar 1.262.317,16 euros a la televisión gallega por incumplimiento de contrato.
El origen del conflicto está en un acuerdo de gestión, promoción y venta de espacios publicitarios que se remonta a 2006. En el contrato, la televisión gallega se comprometió a pagar a Zeta una comisión porcentual sobre los ingresos brutos que obtuvieran con la publicidad contratada gracias a su mediación.
Al mismo tiempo, Zeta garantizó una producción mínima que se fijó en 900.000 euros en el caso de RTVG y de 11.200.000 euros para TVG partiendo de una cuota de pantalla de 17,2%, share que había obtenido la cadena en 2005. “De modo que el "mínimo garantizado" para cada año aumentaría o decrecería en relación directa proporcional con la variación de la audiencia o cuota media de pantalla anual que resultara para cada uno de los dos años, respecto a la obtenida en 2005”, explica la sentencia a la que ha tenido acceso Vozpópuli.
En 2006 la cadena gallega obtuvo una cuota de pantalla del 14,40% y en 2007 de un 14,10%. Por tanto, las cantidades previstas se ajustaron a 9,3 millones y 9,1 millones, respectivamente.
“Concluidas las dos anualidades del contrato, (2006 y 2007), durante el año 2008, ZGM continuó prestando servicios de gestión, promoción y venta de espacios publicitarios para los dos entes públicos, que los facturó con arreglo a las mismas tarifas porcentuales resultantes de los contratos de 2006”, señala la sentencia. “Las partes no llegaron a convenir cuál sería el mínimo garantizado para esa anualidad 2008”.
Aquel año se produjo un descenso de la inversión publicitaria. En el caso de TVG, pasó de 25,9 millones en 2007 a 24,1 millones en 2008. La inversión gestionada por Zeta descendió un 13,5% en 2007 y un 15,4% en 2008.
Una década en los tribunales
Y fue entonces cuando comenzaron los problemas, porque Zeta decidió presentar una demanda contra los dos entes gallegos, hoy unificados en la Corporación Radio y Televisión de Galicia, para reclamar el importe de las facturas de 2008: 10 facturas del último trimestre de 2008 contra TVG por un importe total de 291.199,18 euros (IVA incluido) y 4 facturas del mismo periodo libradas contra RTVG por importe total de 78.722,24 euros (también IVA incluido). También pedía que TVG le devolviese el aval de 896.000 que había presentado y que la cadena gallega quería ejecutar.
Lejos de limitarse a contestar a la demanda, ambas compañía presentaron una demanda reconvencional contra Zeta. En concreto, TVG pidió al juez que declarase que Zeta había incumplido el contrato en 2008 tras no abonar "los importes correspondientes a los ingresos mínimos garantizados" y no pagar tampoco "los importes correspondientes a los impagos de los años 2007 y 2008 de los anunciantes y agencias contratantes por ella captados".
Según los cálculos de TVG, Zeta le debía abonar 2,5 millones de euros correspondientes a los ingresos netos dejados de percibir en el año 2008, por razón del incumplimiento del mínimo garantizado contractual. A esta cifra habría que sumar 44.967 euros correspondientes a los impagos de anunciantes y agencias de los años 2007 y 2008 y otros 34.793 euros a abonar a RTVG.
El Juzgado de lo Mercantil núm. 1 de La Coruña dictó en 2013 una sentencia en la que estimaba parcialmente las pretensiones de ambas partes. TVG fue condenada a abonar a Zeta 291.199,18 euros más intereses y RTVG debía desembolsar 78.722,24 euros, intereses aparte, desde el vencimiento de cada una de las facturas.
Al mismo tiempo, el juez consideró probado que Zeta incumplió en 2008 el contrato suscrito entre ambas partes tras no pagar a TVG los importes correspondientes a los ingresos mínimos garantizados. En este caso, la indemnización a pagar se estimó los citados 2,5 millones. Zeta recurrió la sentencia y la Audiencia Provincial de La Coruña redujo la compensación a pagar hasta los 622.518 euros.
Tras estos sucesivos pronunciamientos de los tribunales, el pasado marzo la Sala de lo Civil del Tribunal Supremo zanjó la guerra entre ambas partes: la televisión gallega debe pagar 369.921 euros más los intereses legales desde el vencimiento de las facturas y, por su parte, Zeta compensará con 1,2 millones de euros a la corporación gallega por incumplimiento de contrato. Vozpópuli se ha puesto en contacto con ambas partes, que han declinado hacer comentarios a esta información.