Los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiete buscan desde este jueves un acuerdo sobre un presupuesto comunitario para el periodo 2014-2020 recortado debido a la crisis. El compromiso se prevé difícil por el enfrentamiento entre los contribuyentes netos, liderados por Reino Unido, que reclaman todavía más disminuciones en línea con la austeridad que Bruselas pide a los presupuestos nacionales; y los beneficiarios de las ayudas europeas, como España, que tratarán de limitar el alcance de las rebajas, según recoge Europa Press.
También amenaza con interferir en las negociaciones de los líderes europeos el fracaso del Eurogrupo a la hora de desbloquear la ayuda urgente a Grecia, aunque de momento no está previsto que esta cuestión se aborde en la cumbre, según fuentes diplomáticas.
España, que por primera vez se convertirá en contribuyente neto a las arcas comunitarias, podría perder alrededor de 20.000 millones de euros en ayudas regionales y agrícolas respecto al periodo actual, según fuentes diplomáticas. El Gobierno no ve "urgencia" en lograr un compromiso, aunque de momento descarta amenazar con el veto.
El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, y el de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, mantendrán a lo largo del jueves reuniones bilaterales con cada uno de los líderes europeos para conocer sus líneas rojas. El denominado "confesionario" con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, está previsto a las 18:00 horas. La cumbre empezará formalmente a las 20:00 horas con una nueva propuesta de compromiso y podría prolongarse más allá del viernes si es necesario, según ha dicho Van Rompuy.
Las posibilidades de acuerdo han aumentado en los últimos días gracias a la última propuesta de compromiso del presidente del Consejo Europeo. Van Rompuy plantea un recorte de 80.000 millones de euros respecto al plan original de la Comisión (que ascendía a 1,033 billones de euros para siete años) en un intento de contentar a los contribuyentes netos.
Aún más reducciones
La propuesta ha logrado sus objetivos ya que incluso los países más duros, como Reino Unido, Suecia o Finlandia, consideran que va en la buena dirección, aunque reclaman todavía más reducciones. El primer ministro británico, David Cameron, acude a la cumbre "trabajando para el acuerdo", aunque pedirá nuevas disminuciones especialmente en el gasto administrativo en línea con el ajuste del 25%-30% sufrido por la propia administración británica, según fuentes diplomáticas.
Cameron "está dispuesto a decir que no" si no se atienden sus posiciones, que pasan además por defender el cheque británico. Pero Londres no prevé un veto en solitario frente a los otros 26 Estados miembros, sino que considera que estará acompañado de otros países como Suecia u Holanda. La lista de los autodenominados "países amigos de gastar mejor" se completa con Austria, Alemania, Dinamarca e Italia. Los dos últimos también han amenazado con el veto.
En contraste, los "amigos de la cohesión" -España, Eslovaquia, Bulgaria, República Checa, Croacia, Estonia, Grecia, Hungría, Letonia, Lituania, Malta, Polonia, Portugal, Rumanía y Eslovenia- consideran inaceptable el plan Van Rompuy por los recortes a la política de cohesión. También Francia se opone por la reducción de las ayudas agrícolas.
"Todo el mundo está descontento, lo que nos da la impresión de que no estamos tan lejos del compromiso", aseguran en el gabinete de Van Rompuy. Las diferencias entre los dos bandos se limitan -destacan estas fuentes- al 0,1%-02% del PIB. Y el plan del presidente del Consejo Europeosupone una reducción de 20.000 millones de euros respecto a las actuales perspectivas financieras, lo que debería contentar a los contribuyentes netos.
"La incapacidad para llegar a un acuerdo sería perjudicial para todos", sostiene Van Rompuy en su carta de invitación a los líderes europeos. Sin un compromiso, apuntan las fuentes, caducarán los cheques de los que se benefician Alemania, Holanda y Suecia y que ahora reclaman también Dinamarca e Italia. Y no habría tiempo para preparar los reglamentos que permitan desembolsar las ayudas regionales desde el 1 de enero de 2014. Por si acaso, la presidencia irlandesa ha reservado fechas para otra cumbre a principios de febrero.
Más ayudas para Andalucía, Galicia y Castilla- La Mancha
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, dará la batalla en la cumbre para que se limiten al máximo los recortes propuestos y para que las disminuciones se repartan de la forma más equilibrada posible entre los diferentes capítulos de gasto y no se concentren únicamente en las ayudas agrícolas y de cohesión, según ha dicho el secretario de Estado para la UE, Íñigo Méndez de Vigo.
El Gobierno lamenta que la propuesta de Van Rompuy no tiene suficientemente en cuenta la situación de los países más afectados por la crisis. En particular, el reparto de fondos se calculará con los datos de renta 2007-2009, que todavía no reflejan plenamente el impacto de la doble recesión. Lo único positivo, según Méndez de Vigo, es que el presidente del Consejo Europeo ha ofrecido una cláusula de revisión.
Rajoy también peleará para que Galicia, Andalucía y Castilla-La Mancha -que el actual periodo son objetivo prioritario de la política europea de cohesión- mantengan al menos dos tercios de las ayudas europeas los próximos 7 años pese a que su PIB supera ya el 75% de la renta comunitaria. La última propuesta de Van Rompuy reduce el apoyo al 57% de los fondos actuales.
El Gobierno también reclama subvenciones específicas para Murcia, Canarias y Ceuta y Melilla. Y pedirá mejorar el trato a la Comunidad Valencia, Asturias y Castilla y León, según ha explicado Méndez de Vigo. "España no se plantea los temas en términos de bloqueo o no bloqueo. Nosotros vamos a trabajar por lograr un acuerdo constructivo, porque somos constructivos y positivos. El acuerdo tiene que ser un buen acuerdo para España y para Europa", ha dicho.
"Estamos firmes en la idea de que no tenemos urgencia en lograr un acuerdo. Es mejor lograr un buen acuerdo que darse prisa para lograr un mal acuerdo", ha insistido el secretario de Estado para la UE.