Los datos de paro registrado publicados por el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) hace unos días han sido los más bajos en un mes de abril desde el año 2008, cuando todavía la crisis financiera internacional era solo una simple amenaza. El descenso ha sido generalizado en todos los sectores de la economía y en las diecisiete comunidades autónomas. El Ministerio de Trabajo ha destacado, además, que uno de cada dos contratos (el 48,2% para ser exactos) que se firmaron el mes pasado tiene duración indefinida, cuando hace medio año apenas superaban el 12% del total.
Las cifras no ocultan, sin embargo, uno de los sempiternos problemas que afectan al mercado laboral de nuestro país: hay casi 4,4 millones de personas buscando empleo, de ellos, 860.000 que están ocupados en la actualidad, y la bajada en 86.280 del número total de parados en el mes de abril en relación con el mes anterior no se ha notado en el colectivo de personas “sin empleo anterior”, en el que hay 18 desempleados más que en marzo.
Según los datos del Ministerio de Trabajo, a cierre del pasado mes de abril había en España 256.208 desempleados registrado en el SEPE que no habían trabajado en ningún momento antes. Son el 8,47% del total (3,022 millones). Es una cifra que desentona en el conjunto de la estadística del mercado de trabajo el pasado mes. El propio ministerio lo recoge como una excepción, al hablar de que “el colectivo sin empleo anterior se mantiene estable con una variación mínima del 0,01%”.
Los 256.208 parados “sin empleo anterior”, son más que los que se registran en la industria (250.192 o el 8,28% del total), la construcción (242.135 o el 8,01%) y la agricultura (146.810 o el 4,86%). El número de parados en el sector servicios (2,127 millones) absorbe el 70,38% del desempleo, cuatro puntos porcentuales por encima de su peso en el Producto Interior Bruto (PIB).
Parados sin oportunidades
La entrada en el mercado laboral se ha convertido en una de las asignaturas pendientes de la economía española. Es cierto que el dato de abril pasado es el mejor que se registra desde el año 2009, cuando hubo en el mismo mes 236.317 parados que nunca habían trabajado antes, pero también que sigue alejado de los que se dieron en 2005 o 2006.
El problema no es nuevo. Las dificultades de incorporación por primera vez al mercado de trabajo se han dado hasta cuando la economía española estaba “recalentada”. Bajar el número de personas que buscan su primer empleo del 8-9% en relación con el número total de parados es una misión casi imposible.
Solo en tres ocasiones se ha conseguido en este siglo, y casualmente coincidieron con los peores años de crecimiento. En 2013, cuando el PIB español se contrajo un 1,4%, la relación bajó al 7,67%. En los mejores años de bonanza económica, en los que el paro registrado en el mes de abril coqueteaba con la cifra de dos millones, las personas que buscaban su primer puesto de trabajo llegaron a superar el 11% de la cifra total, como ocurrió en 2007, con el PIB creciendo al 3,6%.
Cifras alarmantes
Las alarmas se disparan cuando se desagrega el dato en función de la edad de los desempleados. En España, a 30 de abril pasado, había 82.792 personas que habían cumplido 45 años sin haber trabajado nunca. Es la cifra más alta de las cinco grupos que figuran en la estadística del SEPE. Suponen el 32,3% del total de parados sin empleo anterior, por encima de los 53.110 con edades comprendidas entre los 30 y los 44 años (el 20,73%); los 50.747 de entre 20 y 24 años (19,81%); los 38.202 menores de 20 años (el 14,91%) o los 31.357 de entre 25 y 29 años (el 12,24%).
Es cierto que en el año 2011, cuando la crisis financiera internacional empezaba a desatar su verdadera virulencia, llegó a haber 140.883 desempleados mayores de 45 años, que no sabían lo que era trabajar, y también que en 2011 se alcanzó la cifra récord de 415.387 desempleados “sin empleo anterior”. Como lo es que en los años locos del “boom” inmobiliario el paro de este colectivo que superaban los 45 años se limitó a 67.374 personas.
La proporción más alta de personas que buscan su primer empleo sobre el número total de parados se da en el País Vasco (12,87%), casi cuatro puntos por encima de la media española. Le sigue Andalucía (10,62%) y Navarra (10,22%). Las mejores condiciones se ven en La Rioja (5,75%), Extremadura (5,76%), Comunidad Valenciana (6,52%) y Madrid (6,60%).
Los datos alcanzan magnitudes de drama cuando se analizan las cifras de quienes buscan su primer empleo y ya han cumplido los 45 años. La media de España es del 32,31%: es decir, una de cada tres personas que no han trabajado nunca. Pero en Galicia la proporción sube al 41%; en Canarias, al 37%, y en Castilla-La Mancha, casi el 35%. Mejores están las cosas en Baleares y Navarra, con el 21 y 22%, respectivamente.
Los mayores problemas para encontrar el primer empleo cuando se han cumplido ya los 45 años se dan en las mujeres. Representan el 82% de todos los parados en esa franja de edad
Los mayores problemas para encontrar el primer empleo cuando se han cumplido ya los 45 años se dan en las mujeres. Representan el 82% de todos los parados en esa franja de edad, cuando en el tramo de menores de 20 años suponen el 44,2%. La misma proporción, aproximadamente, se ha mantenido en los últimos cinco años. En Andalucía, las mujeres con 45 años cumplidos y en busca de su primer empleo suponen el 83,63%, y en provincias como Jaén o Cádiz alcanzan el 91,3% y el 89,14%, respectivamente.
Hay algunas provincias donde la situación es extremadamente preocupante para el colectivo de personas mayores de 45 años. En Pontevedra, La Coruña, y Albacete, por ejemplo, entre el 40% y el 43 de quienes buscan su primer empleo ha cumplido ya esa edad. En Cádiz, Orense o Tenerife el porcentaje está en el 39%. Hay otras, como Lérida o Granada donde solo se llega al 24%.
En términos absolutos, la provincia con más personas mayores de 45 años que no han trabajado nunca es Cádiz, con 7.505; seguida de Madrid, con 6.965; Sevilla, con 6.332; Málaga, con 5.814, y Barcelona, con 5.562.