La firma Fertiberia, de la división química del grupo de empresas Villar Mir, señala directamente a Alemania a la hora de hablar del incipiente fraude de emisiones entre los camiones. La empresa, poseedora de certificación oficial española para fabricar el dispositivo AdBlue que utilizan muchos de los vehículos industriales y/o de gran cilindrada para cumplir con la normativa europea de emisiones de diésel, ha difundido un estudio encargado por ella y realizado por la auditora SGS que revela que cerca del 30% del AdBlue comercializado en España no cumple con las especificaciones de calidad requeridas por licencia.
A preguntas de Vozpópuli sobre el meollo del asunto, desde la firma de Villar Mir no han dudado en arremeter contra la VDA (Asociación Alemana de la Industria Automotriz), que reúne al consorcio de marcas como BMW, Volkswagen y Daimler (Mercedes Benz) y es dueña de la concesión de licencias para fabricar y vender AdBlue en todo el mundo.
"El sistema de adjudicación de esas licencias (las de la VDA) es muy deficiente, tiene muchas lagunas. Al final se trata de que si tienes un tinglado pequeñito y un día lo pones muy bien, al siguiente puedes hacer lo que quieras", afirma Javier Palomino, director de ventas de productos industriales de Fertiberia.
Desde la empresa ponen de relieve que la VDA solo hace un control inicial pero luego no audita si la concesionaria de la licencia mantiene el cumplimiento de la norma. "Una vez que consigues la licencia para una fábrica puedes, con ese permiso, abrir negocios en otros países...y nadie controla ya eso. En España no lo controlan ni en la ITV", dicen sobre un producto que se ofrece en unas 300 estaciones de servicio del país.
El sistema de adjudicación de las licencias es muy deficiente, tiene muchas lagunas. Al final se trata de que si tienes un tinglado pequeñito y un día lo pones muy bien, al siguiente puedes hacer lo que quieras"
Fertiberia es el único fabricante de Adblue en España que cuenta con certificación de la Asociación Española de Normalización y Certificación (AENOR), según apuntan desde la propia AENOR, en un mercado del que participan también empresas fabricantes como Beroil General Química (grupo Repsol) o Trusaco.
La empresa de Villar Mir reclama así a las autoridades españolas y comunitarias que tomen cartas frente a un 'vacío regulatorio' en el que la última palabra la tienen las decisiones de la industria alemana. "No hay tecnología alternativa al AdBlue a la hora de reducir las emisiones de los diésel y no se espera que la haya", dice Palomino. "La sensación en el mercado es que se está buscando más la sustitución del diésel por completo que otra cosa".
Falta de seguimiento y centros sin auditar
Por lo pronto, y a través de la página web Tapón Azul que, ha podido confirmar Vozpópuli, es un soporte de información y promoción de la postura de Fertiberia, la compañía del grupo Villar Mir carga duramente contra la forma de gestionar los permisos por parte de la VDA.
Las mismas incluyen incluyen la "falta de seguimiento" de las concesiones ("tras pasar la primera auditoria en una fecha previamente acordada, no se realiza ningún seguimiento por parte de la VDA que confirme si se siguen cumpliendo los requisitos de la ISO-22241); la "ausencia de otras garantías" ("no se exige a las empresas disponer de otras certificaciones como la ISO-9001 que certifiquen la calidad continuada de sus productos y procesos"); y el dejar "centros sin auditar" de las solicitantes ("solamente se exige una evaluación a un tercio de todos los sitios de producción mencionados por el fabricante siendo el certificado válido para todos ellos, incluso los que no han sido auditados y que pueden no estar cumpliendo con la norma").
La certificación de la VDA no siempre es sinónimo de que el producto esté fabricado bajo el estándar de calidad y resulta imperativo que los consumidores exijan al fabricante garantías adicionales
Asimismo, Fertiberia critica la "ambigüedad de la norma" ISO sobre la que se basa la auditoría de la VDA. "Da pie a interpretar algunos puntos que pueden resultar clave a la hora de asegurar el control de calidad. En lugar de realizar una lectura restrictiva que garantice que el producto cumple siempre con las especificaciones, la VDA ha optado por aplicar una metodología que facilita posibles malas prácticas", dicen desde la empresa del Grupo Villar Mir.
"Muchos productores se han aprovechado de este resquicio que ha dado como resultado la proliferación de fabricantes a pequeña escala que no están fabricando AdBlue según la norma y están comercializando el producto cómo algo que no es AdBlue", dicen desde Fertiberia. "Por lo tanto, la certificación de la VDA no siempre es sinónimo de que el producto este fabricado bajo el estándar de calidad y resulta imperativo que los consumidores exijan al fabricante garantías adicionales" para evitar averías de motor y potenciales mayores emisiones.