El 9 de diciembre de 2014 fue un día histórico para Madrid. La estación logística de Abroñigal de Méndez Álvaro, junto a la M-30, recibió el primer tren de la ruta Yiwu-Madrid. Los contenedores se descargaron en la capital tras recorrer 13.052 kilómetros en ferrocarril desde la ciudad china. Se estrenaba así la ruta regular más larga del mundo. "La ruta de la seda del siglo XXI", según la entonces alcaldesa, Ana Botella. Siete años después, tras lo peor de la pandemia y en pleno caos del comercio marítimo, ha multiplicado el número de viajes.
Desde su celebrado estreno, al convoy chino se le conoce como 'tren de la seda'. Lo de llamarlo así no fue una simple ocurrencia de Ana Botella. La ruta atraviesa los caminos comerciales que conectaban Asia y Europa hace miles de años. La línea parte desde Yiwu, el mercado mayorista más grande del mundo, en la provincia de Zhejiang, al oeste de China. Después, atraviesa seis países antes de llegar a España: Kazajistán, Rusia, Bielorrusia, Polonia, Alemania y Francia. Sólo descarga en la ciudad polaca de Malaszewice, en la germana Luisburgo y en Madrid, el destino final.
Hay que tener en cuenta que el convoy que parte desde Yiwu no es el mismo que llega a la capital española. Esto se debe a que durante el trayecto, la ruta tiene que ir adaptándose a los diferentes anchos de vía de cada territorio. Cuando cambia el ancho de vía en un país, se cargan los 'containers' sobre otro convoy, que continua con el trayecto desde ese punto. Los que recorren los 13.052 kilómetros de viaje de una sentada son los contenedores.
La ruta comienza en Yiwu (China), en el mercado mayorista más grande del mundo, y atraviesa seis países hasta llegar a España. El trayecto tiene una duración de entre 16 y 19 días
El año pasado, los contenedores del 'tren de la seda' se llenaron, sobre todo, con material sanitario. Normalmente transportan artículos de todo tipo: automóviles, repuestos y piezas de automoción, artículos de tecnología, textil… Todo ese material tarda entre 16 y 19 días en llegar a Madrid desde Yiwu. El trayecto puede alargarse hasta los 25 días en momentos puntuales y de congestión, como los vividos durante la pandemia.
La empresa china Yixinou (YXE) opera la línea desde que se puso en marcha. La oficina de la compañía en España está en la misma estación de Abroñigal, en una nave rodeada de asfalto, raíles y 'containers' apilados. Y la dirige un canario, Carlos Santana.
El tren en el nuevo tablero logístico
"Soy muy pasional y tengo la suerte de hacer algo que me gusta", cuenta Santana. El canario explica a Vozpópuli su trayectoria laboral hasta su puesto actual. Nació en Las Palmas de Gran Canaria en 1985. Estudió Publicidad y Relaciones Públicas en la Universidad Complutense de Madrid. Se especializó en campañas electorales, pero, como dice él, acabó "posicionando productos". Entró en Zhou, un grupo chino, y se mudó al país asiático. Ahí, desempeñó diferentes funciones; entre ellas, la de importar productos a España. Para ello, se sirvió como cliente del 'tren de la seda' de YXE. La compañía ferroviaria le fichó a finales de 2018 como gerente general en España.
La línea con Madrid es la segunda ruta de YXE más importante en número de viajes. En apenas siete años de vida, la firma china opera ya 16 rutas internacionales. La primera fue la que conectaba con Madrid, luego se unieron otras, como las que enlazan con Afganistán, Iraq, Kiev o Rusia. La más utilizada es la que transporta la mercancía a Asia Central, es decir, la que conecta a los países de Kazajistán, Uzbekistán, Tayikistán, Kirguistán y Turkmenistán.
Yixinou opera 16 rutas internacionales. La que conecta China con Madrid es la segunda más importante en número de viajes
El año pasado, Yixinou fletó 974 trenes y descargó 80.392 contenedores de 20 pies. El negocio ha crecido este año tanto en el número de viajes desde China como en los de regreso. Sólo en los primeros diez meses del año han salido 1.070 trenes, un 52,7% más que durante el mismo periodo de 2020.
Santana cree que las rutas de YXE son una "buena alternativa" al barco y al avión. El responsable de la empresa china en España explica que en los últimos años se está viviendo una "consolidación" del ferrocarril como transporte de mercancías. La razón principal, según sus palabras, es el cambio de los "hábitos de los tiempos de consumo". Reconoce que durante la pandemia o eventos como la crisis del transporte marítimo han llamado más empresas a la puerta de YXE, pero las enmarca dentro de la "transformación" de la logística mundial, en la que el tren "lleva tiempo posicionándose". También defiende que muchas empresas apuestan por el ferrocarril para reducir el impacto medioambiental de sus cadenas de suministro.
Yiwu-Madrid en 2021, en cifras
La 'ruta de la seda' Yiwu - Madrid es la segunda más utilizada Yixinou. Entre enero y agosto de este año, han llegado a Madrid 136 trenes, frente a los 71 que descargaron en Abroñigal en los mismos meses de 2020. Pese a las complicaciones de la pandemia, YXE también mejoró las cifras de 2019, año en el que se realizaron 60 viajes a la capital.
El número de viajes de vuelta, Madrid-Yiwu, son más bajas. Este año se han fletado 105 convoyes desde la terminal madrileña entre enero y agosto. El año pasado, condicionado por la pandemia, solo 8 en el mismo periodo. En todo el 2019 se cargaron 47 trenes dirección Yiwu.
Santana presume del papel que asumió su empresa durante la pandemia. La capital recibió millones de mascarillas y otros artículos sanitarios gracias a la 'ruta de la seda' con Yiwu. En agosto la capital fue el escenario de otro hito ferroviario. La empresa danesa DSV, que había utilizado la ruta de YXE para transportar mercancía, fue contratada por el Gobierno de España para traer material sanitario desde China. Según El País, la firma danesa decidió fletar un tren desde la ciudad de Qingdao, donde tenía varios pedidos, y tomar un camino nuevo hasta España. La ruta recorrió 14.133 kilómetros, superando así la distancia del 'tren de la seda'. YXE, sin embargo, mantiene el mérito de ser una ruta con viajes regulares.
