Las empresas afrontan una nueva crisis todavía 'malheridas' por el batacazo de la pandemia. La guerra en Ucrania y la huelga de trasportistas en España por el incesante incremento de los precios energéticos están agravando la espiral inflacionista y los problemas en la cadena de suministros cuando un 47% de los sectores todavía no han recuperado el nivel de facturación que tenían antes de la 'primera' crisis, la covid-19.
Los sectores más dañados son los más expuestos a los problemas de suministros, incremento de costes y pérdida de poder adquisitivo de los consumidores. En algunos casos, como la hostelería y el turismo, coincide también con que son los más vinculados a la pequeña empresa (más vulnerable a las crisis), pero a su vez tienen un peso estratégico en la economía española.
Destacan la industria del calzado (con unos ingresos un 22% más bajos en enero de este año que en el mismo mes de 2020) y la confección de prendas de vestir (-14%); pero también actividades del sector servicios como la hostelería (-19%), la venta de vehículos de motor (-17%), o las actividades administrativas de oficina (-15%), según el Instituto Nacional de Estadística (INE).
También sufren especialmente los sectores más vinculados al turismo, que sigue muy lastrado pese al fin de las restricciones por la correlación inversa entre la incertidumbre y el consumo. Es el caso del transporte aéreo (con una facturación todavía un 36% inferior a la del mismo mes de 2020), las agencias de viajes (-34%), otros transportes terrestres (-25%), y los servicios de alojamiento (-19%).
En la industria, las tensiones en las cadenas de suministro también han mermado los ingresos en la fabricación de bebidas (-11%), en la reparación e instalación de maquinaria (-11%), en la fabricación de vehículos de motor (-7%) y en el mantenimiento y reparación de los mismos (-8%). Hasta la industria del tabaco está un 9% por debajo del nivel de facturación precovid.
Ya hay 11.150 micropymes menos
Algunas empresas no han resistido a la merma en sus ingresos, especialmente las más pequeñas. España ha perdido ya cerca de 11.150 microempresas que daban empleo a 23.314 personas, tal y como publicó Vozpópuli este jueves. La capa más vulnerable a las crisis es también la grande y representativa de nuestro tejido productivo, la de las entidades que operan en el mercado con menos de diez trabajadores.
Ahora hay inscritas en la Seguridad Social 1,13 millones de micropymes frente a 1,15 millones que había en febrero de 2020, antes de que estallara la pandemia. La mayor merma se produce en aquellas de entre uno y dos trabajadores, con 8.288 empresas menos. Y aunque ha aumentado el número de pymes y grandes empresas, el saldo neto sigue siendo negativo: España tiene ahora 10.281 compañías menos que hace dos años.
Los sectores más afectados son los mismos que van más rezagados en la recuperación de la pandemia: la hostelería, donde hay ya 5.386 empresas menos que en febrero de 2020; el comercio (tanto al por mayor como al por menor), 5.011; el transporte y almacenamiento, 2.093; y la industria manufacturera, 2.012.
En este sentido, las patronales CEOE y Cepyme dieron un ultimátum al Gobierno este miércoles: hacen falta medidas "rápidas, concretas y efectivas". En un comunicado conjunto, aseguraron que la mayoría de los sectores empresariales de este país están en una situación "insostenible" y "el clamor de las empresas y de la sociedad amenaza con desbordarse ante la inacción política".
"Todas las empresas, en especial la pequeña y mediana empresa y los autónomos, están en una situación de máxima preocupación porque al grave momento actual se suma el desgaste de estos dos últimos años. La realidad de la pyme y de los autónomos para aguantar esta situación es el sobrendeudamiento acumulado, una mayor morosidad y una liquidez mermada, debido todo ello a la menor actividad de estos meses de pandemia, que además se ha visto compensada con menos ayudas directas que otros países de nuestro entorno", añadieron.
"La industria está empezando a parar sus hornos, con la pérdida irreparable que esto supone para la economía española; el campo y la pesca y todo el sector agroalimentario viven una auténtica pesadilla; el comercio ya está sufriendo un desabastecimiento alarmante, y así en innumerables sectores empresariales", advierten las patronales ante la nueva coyuntura de la guerra y el bloqueo de suministros.
