Dimas Gimeno no contaba ya con demasiadas cartas con las que jugar la partida. Casi cuatro años después de haber dejado de ser presidente de El Corte Inglés, acorralado por las deudas y sin surtir efecto ninguno los frentes judiciales abiertos, Gimeno ha tenido que claudicar frente a la que fuera la empresa que dirigió. La necesidad aprieta.
Por eso, los movimientos del expresidente de los grandes almacenes en los últimos meses han ido en esa dirección: la de dejar atrás los conflictos con El Corte Inglés y conseguir el dinero suficiente para hacer frente a sus obligaciones. Así, a mediados de enero Gimeno ya vendió su participación personal en la compañía a la propia empresa por un importe de 2,5 millones de euros, al tiempo que retiró las demandas contra sus primas Cristina y Marta Álvarez, actual presidenta de los grandes almacenes.
Esta estrategia daba esta semana un paso más, cuando El Corte Inglés enviaba un comunicado confirmando que negociará la adquisición del 5% que Dimas Gimeno maneja de forma indirecta en la compañía junto a su madre, María Antonia Álvarez. Se trata del 22% que madre e hijo controlan de Cartera de Valores IASA, sociedad a su vez propietaria del 22% de la compañía.
El precio por el que El Corte Inglés está dispuesto a negociar la adquisición está fijado en 145 millones de euros. Un precio muy bajo si tenemos en cuenta la última valoración de El Corte Inglés realizada en la emisión de bonos cerrada en septiembre, que sitúa el valor de la compañía en 7.000 millones. Si extrapolamos la oferta por el 5% al resto de la compañía, quedaría valorada en tan solo 2.900 millones; desde El Corte Inglés, sin embargo, insisten: ese cálculo no puede hacerse porque la oferta se dirige a "acciones minoritarias de una sociedad patrimonial".
Entonces, ¿por qué Gimeno ha aceptado esa cifra, muy por debajo del valor de la empresa? "Tiene delante una ciclogénesis explosiva", resume Javier Pérez de Leza, CEO de la asesoría Future Retail. Así, el expresidente de los grandes almacenes se enfrenta, por un lado, a su deuda con Hacienda, por la que debe 70 millones de euros tras haber recibido la herencia de su tío Isidoro Álvarez. Una deuda que Gimeno tendrá que saldar en junio, puesto que concluye el periodo de carencia de 5 años que le concedió el fisco.
Tormenta de problemas
A este detonante se suma, recuerda Pérez de Leza, que la venta de acciones de El Corte Inglés se hace de forma muy controlada. "Está regulado por el consejo de administración, hay muy poca libertad de venta", apunta. Además, con el crédito recién firmado por 1.300 millones -avalado en parte por el ICO- para hacer frente a la crisis del coronavirus, los grandes almacenes tienen restringida la compra de autocartera y el reparto de dividendos. "Están claramente restringidos por parte de la banca", reseña Pérez de Leza. Por eso, no es el mejor momento para "pedir más" por las acciones.
Sumado a esto, también la batalla judicial le está acarreando problemas. Según adelantó El Confidencial, Gimeno debe cerca de 1,5 millones en minutas impagadas al despacho VDT Abogados, por los servicios prestados en diferentes causas contra las hermanas Álvarez.
Para los analistas consultados, el resultado está claro: "El Corte Inglés ha negociado desde una posición de fuerza", recalca Alfonso Sebastián, cofundador y vicepresidente de la Asociación Española del Retail (AER) que matiza: "En todo caso, al que más le interesa es a Gimeno, porque tiene que tener cash".
Según fuentes cercanas a la compañía, la operación de compraventa del 5% podría cerrarse en el próximo mes o mes y medio. "Lo está haciendo con suficiente prudencia para no llegar a Hacienda con el agua al cuello", sintetiza el CEO de Future Retail. Tiempo suficiente para Gimeno, que necesita coger aire y sanear sus cuentas en medio del lanzamiento de su nueva aventura empresarial.
WOW, la esperanza de Gimeno
Con todo, el expresidente de los grandes almacenes necesita dar por concluidos sus pleitos también para moverse "más cómodamente" con WOW, el marketplace -con tienda física- que pretende lanzar en los próximos meses.
La compañía, que cuenta con el fondo de inversión estadounidense FJLabs como apoyo principal, está estas semanas reforzando su equipo más relevante, el de marcas, puesto que es con ellas con las que pretende competir frente a gigantes en esta materia como propio El Corte Inglés o incluso Amazon.