Economía

Duro Felguera pide auxilio al Gobierno y a la banca para salvar 1.600 empleos

La compañía asturiana necesita conseguir financiación para poder avalar los últimos proyectos que han entrado en su cartera. La escasez de encargos está golpeando a la compañía y, si encima no logra poner en marcha los que tiene, su situación se vuelve más que delicada  

  • Sede de Duro Felguera en Gijón

Duro Felguera vuelve a estar en el alambre. Tras alcanzar un acuerdo de refinanciación con los bancos el pasado verano, la compañía asturiana de ingeniería, especializada en el sector energético e industrial, tiene una escasez de proyectos y cuenta con grandes dificultades para poner en marcha los que tiene en cartera. Una situación que le ha empujado a pedir ayuda al Gobierno y a la banca para salvar su plantilla de 1.600 trabajadores. 

Según explican fuentes financieras a este medio, la empresa está celebrando una serie de encuentros con representantes del Ministerio de Industria y sus principales acreedores, liderados por Banco Santander, para lograr un crédito que les permita avalar los proyectos que tiene encima de la mesa. Los bancos rechazaron en un primer momento esta solicitud, tras las concesiones dadas en su anterior acuerdo, y la empresa decidió acudir a la Administración para lograr esta financiación. 

El Gobierno reconoce que no puede asumir la totalidad de esta financiación, según detallan estas mismas fuentes, y ha decidido hacer de mediador para acercar posturas entre ambas partes. Las entidades financieras han rebajado sus exigencias en los últimos encuentros, por el riesgo económico que tienen con esta compañía, y los representantes del Gobierno ofrece las entidades públicas de crédito para poder colaborar en estos avales.

Duro Felguera ha declinado dar su valoración sobre este proceso. Una confirmación que sí llega por parte de los representantes de los trabajadores. Fuentes sindicales aseguran que la propia compañía les ha trasladado sus problemas para avalar sus nuevos proyectos  y que los bancos son su primera opción. Los trabajadores piden prudencia, pero no niegan la delicada situación que vive la compañía por el bajo volumen de proyectos y el gran problema que supondría no poder financiar los proyectos que tiene comprometidos la empresa.

Una crisis que parecía solventada 

Duro Felguera y sus acreedores, liderados por Banco Santander, cerraron un pacto en el pasado verano para refinanciar 318 millones de euros de deuda en julio de 2018. Este acuerdo de refinanciación supone la conversión de la deuda en obligaciones convertibles de 233 millones y la conversión de los 85 millones en un préstamo sindicado con vencimiento a cinco años.

De este crédito, según datos de la compañía a cierre de 2018, Santander cuenta con 38 millones (un 45%), mientras que Bankia y Caixabank se reparten 24 millones de este préstamo. BBVA, Sabadell, Liberbank y Caja Rural completan este 'pool' bancario. Unos acreedores que, según detallan fuentes financieras, también tendría la participación de HSBC, Deutsche Bank y BNP. 

Este acuerdo trajo cierta estabilidad a Duro Felguera. Aunque Ernst & Young (EY), el responsable de auditar las cuentas de la compañía, advierte en el último informe anual que existe incertidumbre sobre la capacidad que tiene la compañía asturiana para mantener la actividad

La consultora detallaba en las últimas cuentas que existe "una incertidumbre material" que puede generar "dudas sobre la capacidad del grupo para continuar como empresa en funcionamiento". Unas dudas que han materializado con esta alarma que ha dado Duro Felguera al Gobierno y los bancos. 

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