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CEOE se revuelve contra la jornada laboral de Díaz: "Quiere regalar por decreto 12 días de vacaciones"

Garamendi acusa a la ministra de Trabajo de fomentar la "política de amiguetes" para imponer las reformas que no gustan a la patronal

El pulso sobre la jornada laboral entre la patronal y la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, se mantiene intacto. Y eso que el Gobierno se ha mostrado dispuesto a ceder mínimamente en algunas de sus pretensiones para imponer su reforma por la vía rápida. El presidente de CEOE, Antonio Garamendi, acusado a la también ministra de Trabajo de "fomentar la política de amiguetes" para sacar adelante sus medidas.

El líder de la patronal hacía alusión clara a la decisión de Díaz de abrir hueco a una nueva patronal en las mesas del diálogo social. En concreto, a Conpymes, la organización presidida por José María Torres, que fue amadrinada en su día por la mujer de Pedro Sánchez, Begoña Gómez.

Esta asociación de empresas ya ha sido incluida como interlocutor en dos órganos gubernamentales: el Consejo Estatal de la Pyme y del Observatorio Estatal de la Morosidad Privada (dependientes del Ministerio de Industria). Como avanzó Vozpópuli, los equipos jurídicos de CEOE ya están preparando una ofensiva para frenar el plan de Díaz. No hay que olvidar que la inclusión de otras organizaciones en el diálogo social forma parte del acuerdo de gobierno entre PSOE y Sumar.
Garamendi ha recordado que nadie tiene que invitar a CEOE ni a Cepyme a ninguna mesa de diálogo. "Nosotros somos la mesa. Nadie nos tiene que dar espacio, ya lo tenemos", ha defendido. En este sentido, ha criticado que el Ministerio de Trabajo esté dando alas a una organizacion 'amiga' como Conpyme, que se apresuró rápidamente a ofrecerse para sustituir a Cepyme, si ésta decide retirarse de la negociación sobre la nueva jornada laboral.

El presidente de CEOE ha intentado ilustrar lo que supone para las empresas españolas reducir el tiempo de trabajo sin consenso. "Quiere regalar 12 días de vacaciones a cada trabajador. Y lo quiere hacer por decreto, a costa de los empresarios", ha advertido.

Cargas para los empresarios

Garamendi ha denunciado la carga que esa medida implicaría para la salud de las empresas, que ya acumulan demasiadas trabas fiscales, normativas y laborales. Se ha mostrado dsipueesto a dialogar y ha recordado que "los empresarios no van ni contra los gobiernos ni contra los sindicatos". Ahora bien, ha asegurado que CEOE no va a permitir "los discursos contrarios nos detengan". "La sociedad sabe que somos el motor de la economía del país".

El presidente de CEOE ha alertado de que "cambiar las reglas del juego a mitad del partido es gobernar contra las empresas, el país y los ciudadanos. Incluso, contra los propios intereses de sus votantes". En este sentido ha puesto varios ejemplos de cargas, como la subida del SMI o "la derrama" de las cotizaciones sociales para intentar sostener las pensiones.

"Lo que más nos preocupa ahora mismo es la confianza. Sin confianza no hay economía y sin economía no hay país. Si no tenemos un panorama predecible desde el punto de vista política y jurídica, no habrá confianza", ha añadido, antes de advertir que la falta de seguridad puede llevar a los inversores inyectar su dinero en nuestro país… o en otro rival.

Garamendi ha hecho estas reflexiones en la Asamble Anual de la patronal. Durante su intervención, estuvo escudado por la cúpula directiva de CEOE. Se encontraba el vicepresidente primero de la patronal, Miguel Garrido, y algunos de los vicepresidentes, como Lorenzo Amor (ATA), Josep Sánchez Llibre (Foment del Treball), Alejandra Kindelán (AEB) o Julián Núñez (Seopan).

CEOE amplía las críticas de Cepyme

Las quejas de Garamendi tienen lugar sólo una semana después de que la otra gran patronal lanzara un duro manifiesto contra el Ejecutivo de Pedro Sánchez. En su asamblea anual, el presidente de Cepyme, Gerardo Cuerva, presentó un largo comunicado que criticaba las injerencias continuas del Gobierno de coalición.

El manifiesto de las pequeñas y medianas empresas deja constancia del malestar por la "injerencia" y la "política persecutoria incriminatoria" del Gobierno central. Una campaña que, a su juicio, extiende una "desconfianza infundada" hacia los empresarios y "menoscaba la flexibilidad y el buen funcionamiento de los negocios".

Por esta razón, Cepyme insta a realizar una "defensa activa" contra el "goteo de medidas de control, de supervisión y de sanciones" aprobadas en los últimos años. Cepyme cree que ese 'acoso' tiene un origen claro: la desconfianza hacia el cumplimiento de las normas por parte del empresario. El "basta ya" -literal- de la patronal va contra el empeño del Gobierno en "aplicar al empresario el principio de culpabilidad en cualquiera de sus acciones".

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