España sigue sin lograr acelerar el ritmo de desarrollo de infraestructura de recarga para coches eléctricos en 2022, ocupando las últimas posiciones en el ranking europeo. En el pasado ejercicio se ha alcanzado una valoración de 7,3 puntos sobre 100 en el indicador de infraestructura de recarga, que representa un aumento de sólo 3,3 puntos.
A pesar de este incremento, España se sitúa muy lejos del ritmo de desarrollo de la media europea que logra crecer en 6,7 puntos, hasta alcanzar una valoración total de 16,2 puntos. Una puntuación que sitúa a España nueve puntos por debajo del promedio europeo, alejándose incluso de Portugal, que logró un notable crecimiento con un incremento de 13,7 puntos, para dejar los últimos puestos y situarse ya por encima de la media europea.
En el ámbito nacional, la mejora de 3,3 puntos en el barómetro viene explicada en mayor medida por el despliegue de puntos de recarga. En el ranking nacional, las posiciones de cabeza varían respecto al año anterior, siendo Castilla y León, Navarra y Cataluña quienes lo lideran en 2022.
Durante 2022, la infraestructura de recarga de acceso público ha alcanzado los 18.128 puntos de recarga, lo que en comparación con el año anterior supone 4.717 nuevos puntos. El aumento registrado en el último año es insuficiente para alcanzar el objetivo marcado para 2022 de 45.000 puntos de recarga de acceso público, necesarios para dar cobertura al objetivo del PNIEC.
Igualmente, al ritmo actual será difícil alcanzar los objetivos indicados en el Plan de Recuperación Transformación y Resiliencia marcados por el Gobierno que fijan para este año entre 80.000 y 100.000 puntos de recarga de acceso público y 250.000 vehículos electrificados.
Por otra parte, del total de nuevos puntos de recarga instalados durante 2022, hay que destacar que el 55% corresponden todavía a potencias de 22 kW o menos, es decir menos de 2.600 puntos de recarga. En su totalidad, a cierre de 2022 para consolidar una red de infraestructura de recarga de calidad es necesaria la instalación de puntos de recarga rápidos por encima de los 22kW que permitan reducir los tiempos de carga de los vehículos electrificados.
Faltan supercargadores
Y es que a cierre de 2022, solamente el 21% de la infraestructura de recarga de acceso público cumplía con esta condición, pero más importante es el hecho de que menos del 3% de la infraestructura de recarga permite la carga a más de 150 kW, lo que permite tiempos de recarga entre 15 y 30 minutos, esencial para que el coche eléctrico deje de ser un vehículo de movilidad urbana.
Para tener una infraestructura de recarga con suficiente calidad es necesario contar con un tejido de puntos de recarga de acceso público con potencias superiores a 150 kW que sea capaz de abastecer y facilitar el despliegue de vehículo electrificados.
De igual modo, este tipo de infraestructuras será necesario para la movilidad eléctrica asociada a los vehículos pesados que parten de potencias de carga de 150 kW ya en la actualidad y requerirán potencias muy superiores en el medio y largo plazo.
Es importante destacar que Anfac, desde la primera edición de este Barómetro, utiliza datos para España procedentes de fuentes privadas como Electromaps y realiza un análisis detallado de los mismos, descartando aquellos puntos de recarga de acceso público que no están operativos y que no permiten carga simultánea.