La Fiscalía Federal de Suiza ha abierto una investigación sobre la compra de Credit Suise por UBS, una operación que fue solicitada por el Gobierno nacional y apoyada financieramente por las arcas públicas, según informó hoy el diario económico británico Financial Times y recoge Efe.
El fiscal general, Steffan Blättler, centraría sus pesquisas en posibles violaciones de las leyes penales suizas por parte de miembros del Gobierno, reguladores y ejecutivos de los dos bancos, a raíz de la compra cerrada el 19 de marzo por 3.000 millones de francos suizos (3.020 millones de euros, 3.280 millones de dólares).
La compra de Credit Suisse, para salvar de la posible quiebra al segundo mayor banco del país, ha despertado gran polémica en Suiza, tanto por el gran monto de dinero público usado como préstamos y garantías de la operación (equivalente a un tercio del PIB nacional) como por las drásticas medidas tomadas.
Éstas incluyeron procedimientos de emergencia para evitar que los accionistas de los dos bancos pudieran votar si aceptaban la operación, o reducir a cero los 16.000 millones de francos suizos (16.100 millones de euros, 17.400 millones de dólares) en bonos AT1 de Credit Suisse, poniendo en entredicho el mercado internacional de este tipo de deuda.
La adquisición de Credit Suisse por UBS presidirá los debates de las juntas generales de accionistas que ambos bancos celebran por separado la próxima semana, así como la sesión extraordinaria convocada por el parlamento nacional del 11 al 13 de abril para analizar esa compra que se dictó contrarreloj.
La fusión podría suponer un recorte de la plantilla
Otro diario en este caso suizo, el NZZ am Sonntag, aseguró hoy que la fiscalía suiza también investigará la cobertura mediática en torno a la compra, en la que medios internacionales (entre ellos Financial Times) dispusieron de información en exclusiva antes que sus contrapartes helvéticas y horas antes de que se cerrara la operación.
Finalmente, el diario SonnstagsZeitung anticipa hoy que la fusión entre UBS y Credit Suisse podría suponer un recorte de entre el 25 y el 30 por ciento de la plantilla global de ambas entidades, es decir, el despido de entre 25.000 y 36.000 empleados.
El diario suizo en alemán vaticina que la marca "Credit Suisse" no desaparecerá hasta dentro de tres o cuatro años, pese a que las dos entidades han asegurado que quieren cerrar la adquisición antes de finales de 2023.