Los organismos económicos vislumbran un nuevo ciclo tras el sobreendeudamiento de la pandemia. El Fondo Monetario Internacional (FMI) pide a España y el resto de economías del G20 más endeudadas una política fiscal que no obstaculice los esfuerzos de los bancos centrales para reducir la inflación, con medidas "neutras" desde el punto de vista presupuestario que eviten una crisis de deuda soberana.

"Las nuevas medidas deben financiarse a través de nuevos ingresos o reducciones de gasto en otras partidas, sin incurrir en nuevas deudas, para evitar actuar en contra de la política monetaria", señala Kristalina Georgieva, directora gerente del FMI, en un comunicado publicado este miércoles y en el que recalca que "esta nueva era de endeudamiento récord y tasas de interés más altas hace este hecho el doble de importante".

De esta forma, ante la inminente subida de tipos en Europa, "los países con niveles elevados de deuda también deberán endurecer su política fiscal", añade. En su opinión, "esto ayudará a reducir la carga de los préstamos cada vez más caros y, a su vez, complementará los esfuerzos monetarios para controlar la inflación".

Transferencias directas a los vulnerables

No obstante, el FMI es consciente de que determinados colectivos necesitan ayuda para superar la crisis inflacionista. En este sentido, pide medidas "específicas y temporales" para apoyar a "los hogares más vulnerables" que enfrentan nuevos impactos por los altos precios de la energía o los alimentos.

Sobre el tipo de medidas, el organismo recomienda las transferencias directas, que han demostrado ser efectivas, frente a los subsidios "distorsionadores" o los controles de precios, que generalmente "no logran reducir el coste de vida de manera duradera", señala en el citado documento.

De momento, el Gobierno ha anunciado medidas de carácter fiscal, que incluyen desde rebajas en el IVA de la electricidad hasta la creación de dos impuestos a las energéticas y a la banca para aumentar la recaudación. Asimismo, ha aprobado otras medidas de control, como el tope al precio del gas o el tope al alquiler.

También ha adoptado algunas ayudas en forma de subvención, como la de 20 céntimos por litro en los carburantes o la bonificación del 100% en los abonos de Cercanías y media distancia de Renfe y Rodalíes (que se suman a la rebaja del 30% para los abonos del resto de transporte urbano y metropolitano).

Finalmente, hay algunas medidas sociales más focalizadas en los vulnerables, como el cheque de 200 euros, las ayudas a los sectores electrointensivos, el aumento del 15% en las pensiones no contributivas, mejoras en el Ingreso Mínimo Vital (IMV) o la beca complementaria de 100 euros mensuales para todos los estudiantes mayores de 16 años que ya disfrutan de una beca.

Asimismo, en el medio plazo, el FMI también considera "cruciales" las reformas estructurales para impulsar el crecimiento, por ejemplo, en materia laboral. "Va a ser un 2022 difícil y posiblemente el 2023 lo será aún más, con mayor riesgo de recesión, por eso necesitamos una acción decisiva y una fuerte cooperación internacional, liderada por el G20", ha dicho Georgieva.

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