El retraso en la llegada y ejecución de los fondos europeos hace agua su efecto en la economía. En cuestión de seis meses, el Banco de España (BdE) ha pasado de estimar un impacto sobre el Producto Interior Bruto (PIB) del 3,4% para 2021 y 2022, a sólo un 1,6%. Es decir, 1,8 puntos menos ahora que en sus previsiones de junio, cuando el Gobierno logró el anticipo de 9.000 millones de euros por parte de la Comisión Europea y parecía marcar el camino del resto de Estados miembros con los Next Generation EU.
Este año la contribución de los fondos europeos a la economía será casi nula: apenas aportará 0,3 puntos porcentuales, según el Banco de España. El organismo calcula que la absorción de esos fondos se quedará en los 11.000 millones de euros en 2021 (frente a los 26.600 millones presupuestados y que el Gobierno debía adelantar a la espera de recibirlos de Bruselas), lo que ha favorecido a que haya reducido en casi dos puntos su previsión de crecimiento del PIB para este año (del 6,2% al 4,5%).
En su último informe trimestral de la economía española, el Banco de España pone en evidencia la "escasez" de datos oficiales sobre la ejecución de los proyectos del Plan de Recuperación al que están asociados los fondos, obligándole a hacer cábalas con las convocatorias disponibles en la página web del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. "La información relativa a la ejecución de los proyectos vinculados al NGEU es incompleta, lo que dificulta la estimación precisa de su contribución al crecimiento", vuelve a comentar en otro punto del citado documento.
En cualquier caso, para 2022 el BdE espera ya un mayor gasto del dinero europeo (cerca de 27.000 millones), lo que incrementará su efecto sobre la economía en un punto porcentual respecto a este año, hasta el 1,3%. Sin embargo, esa cifra se situará lejos de los 2,4 puntos que el organismo presidido por Pablo Hernández de Cos estimaba en junio que estos fondos comunitarios aportarían a la economía española en 2022.
Esa cifra estaba alineada con la que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció en otoño de 2020 -en el marco de los Presupuestos presentados para este año-, cuando dijo que los fondos europeos aumentarían el PIB en 2,5 puntos anuales. En su última actualización del Programa de Estabilidad, enviada a Bruselas en abril, el Ejecutivo mantuvo que los fondos generarían un promedio de 2 puntos de PIB en el periodo 2021-2023. Sin embargo, según las últimas previsiones del BdE, no se cumplirá este año y difícilmente se alcanzará el que viene.
El uso de los fondos se traslada a 2024
El dinero que no se gaste durante estos dos años, se trasladará a la segunda mitad del Programa, es decir, a 2023 y, sobre todo, a 2024. Para 2023, el Banco de España mantiene el impacto previsto de los fondos en el 1,9% (una décima más que en la estimación de junio) y cuantifica en 1,4 puntos porcentuales el efecto del gasto por los proyectos e inversiones del NGEU que se trasladarán a 2024.
En total, los fondos UE aportarán 4,9 puntos a la economía española, frente a los 5,2 estimados hace seis meses por el BdE. Es decir, que más allá de retrasarse, se perderán 3 décimas de crecimiento. El director general de Economía y Estadística del BdE, Óscar Arce, explicó este viernes que algunos gastos que se interpretaban como adicionales no lo son, y aunque se financian bajo el paraguas del NGEU, se hubieran producido igualmente sin esta herramienta. Es el caso, por ejemplo, del uso de fondos europeos por parte de las comunidades autónomas para financiar la compra de vacunas.
El futuro director general de Economía del Banco Central Europeo (BCE) concluyó que el BdE ha retrasado el consumo de los fondos europeos a lo largo del horizonte de previsión porque, en base a las convocatorias observadas, "este año se terminará con una cifra de absorción muy por debajo de la planteada por el Gobierno". "Lo que no se consuma ahora se trasladará a 2023, lo que contribuye a la revisión al alza del PIB en ese año, y sobre todo a 2024", añadió.
Para 2023, con la eliminación de los cuellos de botella, la reducción de la inflación (se situará ya por debajo del 2%, según el BdE) y la traslación de los fondos europeos que no se están utilizando ahora, el organismo revisa al alza la tasa de crecimiento del PIB del 2% al 3,9%. Finalmente, en 2024 el crecimiento estimado por el Banco de España se sitúa en el 1,8%. No obstante, los expertos del BdE advierten que el impacto de la palanca europea dependerá del efecto multiplicador de los proyectos y de que éstos se acompañen de reformas estructurales.